Hace muchos años, Lorenzo Pedrero, el mejor articulista diario que ha tenido este periódico, tras superar una grave enfermedad volvió a dar clases en el Instituto Claudio Moyano. La dirección le invitó a dar la conferencia de inauguración del curso en el magnífico paraninfo abarrotado de alumnos y profesores. La conferencia se titulaba "Ejercicio de memoria", creo recordar. Durante hora y media y sin ningún papel delante recitó versos de los clásicos, de los modernos, de los poetas culteranos y de los de andar más por casa. Todo hilado, medido; todo un ejercicio de memoria. Una delicia.

En la política nacional, los grandes partidos asumen su historia a regañadientes y porque los medios de comunicación se encargan de poner un espejo frente a ellos, a veces. La política local parece diferente. Me sorprende que los populares locales que han gobernado el Ayuntamiento durante veinte años continuados, ahora, en la oposición, se comporten como si fueran nuevos en la plaza, como si con ellos no fueran los temas seculares y recurrentes de los últimos años. El final de la historia se cierra, parecen decir, con Rosa Valdeón. Ellos vienen de nuevas y no asumen el pasado de su partido ni para mal ni para bien. Niegan la historia y el pasado del que, evidentemente, se avergüenzan, pretendiendo que los nuevos actores políticos del equipo de gobierno municipal la asuman en su integridad.

Así llevamos más de quince plenos en los que intentamos recomponer la situación, poner la maquinaria en marcha y gestionar desde el desastre que nos dejaron, a excepción de la situación económica, que no es mala.

Si hablamos del ARU de Los Bloques, en el que gestionaron el 96% de la obra y prácticamente el 100% de las certificaciones de los ascensores puestos en la intemperie, no quieren saber nada ante el final de obra. No importa. Este equipo de gobierno se hará cargo.

Si construimos una prórroga de tres años más para la gestión de la Depuradora mejorando la situación global, como ha sido que el Ayuntamiento de Roales comience a pagar las facturas y a poner freno a los vertidos contaminantes de sus industrias, votan en contra. El PP, causante de la deuda millonaria que reclamamos a Roales (ocho veces su presupuesto anual), gobernado hasta junio de 2015 por el mismo partido que Zamora, el de la gaviota, se tapa los ojos como los niños pequeños para que no se le vea. La nueva alcaldesa de Roales junto con nosotros ha regularizado la situación. Si tenemos que pagar, y en estos días se ha hecho, más de 620.000 euros por la indemnización del frustrado edificio municipal que sumado a lo anteriormente pagado llega casi a cinco millones de euros, miran para otro lado o se atreven, incluso, a criticar al equipo de Gobierno como si la cosa fuera con nosotros que nos hemos limitado a gestionar forzosamente sus miserias y errores.

En estas últimas semanas estamos intentando cerrar las puertas y las ventanas en el registro mercantil de aquella máquina de gastar dinero a tontas y a locas que se llamó Sociedad de Turismo que presidió en un tiempo la candidata frustrada del PP a la que pusieron una silla en el Senado. También nos ha tocado a nosotros. Así es la política. No nos quejamos. Parches en la gestión de lo que hay.

Pero todos deberíamos asumir nuestra historia. El Ayuntamiento es una máquina que, ruede más o menos, tiene que marchar con las herencias del pasado, con la historia. Y hay que asumirlo. Pero cada palo tiene que aguantar su vela.

Por eso, y recordando a mi amigo Lorenzo Pedrero, reivindico un ejercicio de memoria para los hechos protagonizados por unos y por otros. El que tiene que gestionar "expedientes negros del pasado" debe hacerlo con honestidad y eficacia, porque no hay otra. Pero los deméritos para quien los generó, amigos del PP.

Pero acabo con un mensaje de optimismo. Nuestra gestión está mejorando las cosas poco a poco. El barco se endereza ayudado por la mejoría de la situación económica. Ni nosotros lo haremos tan bien, ni los de atrás seguramente lo hicieron tan mal. Solo hay que reivindicar la historia de los hechos por los partidos que han gobernado. Sin avergonzarse ni engañar. Bien es verdad que los medios de comunicación ponen el espejo, o no.