Metidos en el ajo, la sal y la pimienta de las elecciones que vienen, casi pasa desapercibida la proximidad de las ferias y fiestas de Zamora en honor de San Pedro, cuyo programa ya ha sido presentado por el Ayuntamiento. Unas celebraciones tradicionales a las que se une este año, por gracia de las circunstancias, la cita ante las urnas del domingo 26, fruto de la incompetencia, el egoísmo y los intereses de los políticos, incapaces de formar Gobierno una vez roto el nefasto bipartidismo de décadas, y roto hasta tal punto que nadie puede garantizar hoy día que no tenga que haber unos nuevos comicios dentro de seis meses dado que los planteamientos de partidos y candidatos siguen siendo los mismos, los tristemente conocidos, como se pudo contemplar en el aburrido debate televisado del día 13, sin sustancia alguna, que compendia una campaña que transcurre sin pena ni gloria para la gente, harta del espectáculo que ofrecen unos y otros.

Así que para espectáculos, los de las ferias y fiestas de San Pedro, con la pimienta, la sal y hasta el ajo incluidos dentro de ese centenar, poco más o menos, de festejos que tendrán lugar en la capital zamorana a partir del miércoles 22 y hasta el miércoles siguiente, el día grande, el día de San Pedro. El programa del nuevo equipo de gobierno municipal es continuista y sigue la linea, acertada, de las últimas ediciones, una de las pocas cosas que la exalcaldesa Valdeón hizo en Zamora o hizo bien. Un presupuesto ajustado, asequible y sin alardes, en el que no se renuncia a nada ni a nadie y en el que, en principio, hay de todo, o casi, aunque sea un poco. Pregones, pasacalles, peñas, lo que supone bullicio y animación, color y sonido en las calles, tanto del centro como de algunos barrios, y todo ello aderezado con lo más tradicional, lo que en unas ferias y fiestas nunca puede faltar: los toros, la música, el deporte, a través de diversas y numerosas actividades y actuaciones.

No faltan los nombres de moda en cuanto a las galas musicales se refiere, siguiendo la tradición de contar en estas fechas con lo más destacado del momento que se puede contratar, y aunque algunos conciertos son de pago, los que tendrán lugar en el auditorio del Ruta de la Plata, como ha sido siempre, otros tendrán un carácter más popular y son gratuitos, de verbena de antaño, a celebrar como es habitual en la Plaza Mayor. Novedad es que este año la plaza de Viriato deja de ser escenario y en su lugar el pórtico de la Catedral verá ampliado su protagonismo, como marco idóneo para diversas atracciones, entre ellas el Festival Flamenco o el recital de copla española, o sesiones de jazz o folklore de la tierra. Y naturalmente, no faltan ni la Feria de la Cerámica, ni la del Ajo, ni la Feria de Día, todas en la calle, tan zamoranas y que con tan entusiasta público cuentan siempre.

En cuanto al real de la feria, inexistente en teoría pero muy vivo en la práctica, se distribuye una vez más entre la plaza de La Marina y la Plaza Mayor, puntos de concentración de una ciudad que vive a tope sus fiestas anuales. Tiempo para divertirse, pues, aunque haya que hacer una pausa para votar.