Durante estos últimos días, tanto en la prensa como en las pantallas de televisión, hemos podido leer y ver, hasta la saciedad, la visita que nuestra paisana la ministra de Fomento, Ana Pastor, hizo el pasado día 22 de octubre a Zamora, para proceder a comprobar los avances del AVE, "el tren veloz", antes los trenes que alcanzaban más velocidad que los normales, recibían el nombre de "rapidillos", ¿ recuerdan? Seguro que sí.

Honestamente creo que hemos de ser sumamente prudentes y realistas a la vez, pues, las fotografías o "fotos de familia" que se hacen a causa de estos "acontecimientos festivos", tan novedosos ellos, y que dicho sea con el debido respeto, a mi modesto entender, solamente venden imagen para los fotografiados y les anticipo que a estas alturas de la película, los zamoranos pedimos realidades y no palabrería, pues, la señora ministra, creo recordar que dijo que la llegada, en su día de la alta velocidad a Zamora va a suponer "un antes y un después en la vida diaria de los zamoranos " y agregaba "es una infraestructura clave y fundamental para el desarrollo de Zamora ". Muchas gracias por todo. Señora ministra de Fomento, Ud. que es zamorana y de origen rural, como quien estas líneas escribe, sabe perfectamente que, con los salarios y pensiones que perciben los zamoranos, les va a resultar muy difícil subirse al "tren veloz" o "rapidillo", pues, presumo que su precio, una vez pasada la temporada promocional de "precios baratos", no estará a su alcance, y aunque como escribía el subdelegado del Gobierno en Zamora, en este, nuestro diario, "LA OPINIÓN-ELCORREO DE ZAMORA", el pasado domingo día 4 de octubre, y transcribo textualmente: "Estoy seguro de que cuando esto suceda estaremos a la altura y sabremos aprovechar las ventajas, que son muchas, de este medio de transporte. Sino es así, no perdamos más el tiempo, porque el AVE vuela más que corre y no nos puede pillar desprevenidos".

Honestamente creo que, los zamoranos con sus sueldos y pensiones no van a poder pillar un billete de AVE para irse a Madrid, en una hora y media, aproximadamente; cierto que siempre está el coche de línea de Auto Res, por Toro, de toda la vida, ahora Avanza Bus.

El tan manido tema de que la llegada del AVE a Zamora nos va a traer el desarrollo; a estas alturas de la vida, hemos de tomarlo en pequeñas dosis y "dar tiempo al tiempo", esto es, tener paciencia, y de paciencia los zamoranos sabemos mucho, y se nos acabó hace mucho tiempo, pues, de buenas palabras, promesas no cumplidas, y caída del maná, como muy bien recogía en su columna recientemente Juan Jesús Rodero, créanme que yo personalmente no me creo nada de nada de cuanto dicen o prometen, pues, como dice el refrán obras son amores y no buenas razones, queremos realidades, las palabras se las lleva el viento, y sobre vientos en nuestra comunidad autónoma, precisamente no parece ser corran buenos vientos sobre la supuesta trama eólica, es decir, la originada a partir del viento.

Zamora, y eso lo sabemos muy bien los zamoranos, ha estado condenada al olvido, desde tiempo inmemorial. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, escucharemos lo de siempre, ahora más y más sobre la llegada del AVE, del "tren veloz" o "rapidillo", y nos hablaran de las posibilidades, de las posibles actuaciones a llevar a cabo y más y más sobre la nueva noticia, que no buena nueva, de la llegada y paso del AVE por Zamora a tierras gallegas.

Comenzaremos el nuevo año, uno más, en nuestra vida, y las pensiones con su subida habitual del 0,25%, presumiblemente congelación de salarios, tal vez, incremento de desempleados, una vez finalizadas las fiestas navideñas, eso si, como siempre tan entrañables, y aumento de carencias para los zamoranos, pero tendremos AVE para ir a Madrid a la oferta cultural y a buscar trabajo o a coger el avión para irnos al extranjero, en busca de trabajo, que es de lo que más carece Zamora.

Señores políticos seamos realistas, el AVE no es el milagro, ni el bálsamo de Fierabrás que recomendaba D. Quijote a Sancho, una o dos gotas, eran suficientes para operar el milagro, pero los zamoranos sabemos perfectamente que el AVE no es la panacea o el sumo invento.

Los zamoranos queremos realidades palpables, tangibles, como lo son la creación de puestos de trabajo, la creación de industria, la potenciación de la agricultura, la industria agroalimentaria, asentamiento de población joven, y muchas cosas más, pero de carácter duradero y no de semanas o períodos cortos de tiempo, que pasan y se vuelve a la cruda realidad.

Para ver la cruda realidad de nuestra querida Zamora, basta darse un paseo por la calle Santa Clara, sin más, y que cada uno obtenga su conclusión y para ver el estado de nuestros queridos pueblos acérquense y vean como están.

Queremos realidades, señora ministra, tales como mejores carreteras comarcales, mejores caminos vecinales, mejores infraestructuras rurales, pues, no en vano, hace Ud. referencia a su época juvenil, cuando tomaba el tren para ir a Zamora o Salamanca, cuando estudiaba medicina, presumo que tomaba el ferrobus Astorga-Salamanca, ahora inexistente, y no porque la gente no creyera, como Ud. dice en el tren, sino porque lo suprimieron y hasta han levantado las vías, ese fue el motivo, y los zamoranos nos quedamos sin el ruta de la plata.

Ese tren al que Ud. hace referencia, el ferrobús, era el tren que utilizábamos los estudiantes para ir a estudiar a Salamanca, y el que usaban todos nuestros paisanos para ir los martes al mercado a Zamora, o al médico, o los militares para ir al cuartel, o para ir al mercado los jueves a Benavente o a visitar a los parientes de los numerosos pueblos por donde pasaba el tren, dando vida a los campos y a los pueblos. La supresión del tren, de ese tren que Ud. cogía cuando era niña y cuando iba a la Universidad, que era el mismo que yo cogía, pero en mi caso unos años antes por razones de edad, en Benavente con destino a Zamora o Salamanca, trajo junto con otras causas, la despoblación del mundo rural, la incomunicación de los pueblos con la capital, ¡qué pena!, ese tren sí que cumplía una gran función social y económica y a precios asequibles para nuestras economías, y no el AVE que si vuela más que corre, nuestros paisanos difícilmente pueden pillar. Como dice la canción, todos al tren...

Pedro Becares de Lera (Zamora)