Como quiera que el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Zamora, Carlos Hernández, se quejase públicamente de que la alcaldesa ni siquiera le recibía, Rosa Valdeón se reunió esta semana pasada con el representante del PSOE para tratar los tantos asuntos municipales pendientes y bloqueados. Llevaba Hernández una lista, al parecer, de más de veinte temas para tratar que al final se redujeron a los presupuestos para el año en curso y algunas que otras derivaciones colaterales.

El grupo socialista condiciona su apoyo a la aprobación de los presupuestos a la ejecución de una auditoría externa de las cuentas del Ayuntamiento, plagado de deudas como se sabe, las últimas de las cuales provenientes de sentencias condenatorias que pueden costar alrededor de quince millones de euros en indemnizaciones a la empresa concesionaria de los aparcamientos subterráneos, a los propietarios de los terrenos expropiados para ampliación del cementerio y a los dueños de la antigua Vinícola. No es de extrañar, pues, que insista Hernández en lo de auditar los números existentes y más cuando algunas partidas del presupuesto se basan en capítulos tan extraños como esos ingresos de más de un millón de euros que se piensan conseguir a base de multas a los zamoranos. La alcaldesa se muestra práctica en esta ocasión, al contrario que otras veces, y considera innecesario el gasto de encargar una auditoría cuando ese mismo trabajo puede ser realizado por técnicos y funcionarios municipales, lo cual parece sensato.

A lo largo de la semana siguieron los encuentros en la cumbre, con Rosa Valdeón reuniéndose con Guarido, por IU, y con Miguel Angel Mateos por Adeiza. Desde la coalición de izquierdas se hizo saber que su portavoz acudió a la cita por mera cortesía, pero sin que sirva de precedente, pues no gustan de secretismos sino de utilizar los cauces públicos establecidos, y en cuanto a las cuentas presupuestadas su oposición es conocida. Sin embargo, el problema de los presupuestos municipales parece que, en principio, puede estar ya salvado, pues los independientes han puesto como primera condición inexcusable para unir sus dos votos a los del equipo de gobierno, la creación de una escuela de artesanía en el casco antiguo de la ciudad y destinada a la preservación de los antiguos oficios tradicionales, una buenísima idea, no cabe duda, a la que la alcaldesa se ha adherido, asumiendo con entusiasmo la propuesta.

Ello hace que Valdeón se haya mostrado optimista, y es para ello, aunque luego Mateos, muy en su línea habitual, ha precisado que además de está iniciativa existen otras cuestiones más, catorce en total, que ha puesto sobre el tapete y sobre las que espera respuesta, asegurando que si quieren el apoyo de Adeiza habrán de cumplirse al menos el noventa por ciento de sus exigencias. En cuanto a los presupuestos, el portavoz

de los independientes estima necesaria la auditoría, al igual que los otros grupos de la oposición, pero coincide con la alcaldesa en que debe hacerse en el mismo Ayuntamiento. Todo parece indicar, pues, que al menos este asunto de las cuentas puede quedar ya desbloqueado.