Un hecho inesperado ha hecho que Rocío Flores, hija de Antonio David y Rocío Carrasco, haya tenido que pedir ayuda en las redes sociales. Tal y como explicó, todo se debe a una gran pérdida que sufrió: "Con toda la preocupación".
Y es que, según explicó Rocío Flores, por la mañana había perdido una cartera por la calle "y después de buscar y buscar, no dábamos con ella". Sin embargo, "cuando la dábamos por pedida, dos señoras super monas, después de mover cielo y tierra para encontrarme, me la devolvieron intacta".
Un hecho que, como explicó, "me ha hecho volver a creer en el ser humano, aún hay personas buenas por el mundo y estoy eternamente agradecida a estas dos mujeres que con toda la preocupación han conseguido quitarnos un mal rato".
Ahora, Rocío quiere encontrarlas: "Escribo por si diese la casualidad de que viesen este story, si me estáis leyendo chicas, escribirme por aquí".
Rocío Flores es la nieta de Rocío Jurado, que es una de las cantantes más queridas y emblemáticas de España, dejó una marca imborrable en la escena musical. Originaria de Chipiona, Cádiz, nació el 18 de septiembre de 1946 con el nombre de Rocío Carrasco Mohedano. Su trayectoria musical se inició en la década de los sesenta, destacando desde joven por su innato talento vocal.
Concurso de talentos
A la temprana edad de 16 años, Rocío Jurado ganó su primer concurso de talentos en Chipiona, lo que marcó el inicio de una exitosa carrera. Pronto, su voz resonó en festivales y espectáculos en Andalucía, consolidándose como una figura prometedora.
En 1968, lanzó su primer álbum titulado "Rocío Jurado canta a España", una obra que recogía canciones populares de diversas regiones del país. El éxito rotundo del álbum la catapultó a la fama y la estableció como una de las artistas más queridas de España.
A lo largo de su carrera, Rocío Jurado lanzó más de 30 álbumes, vendiendo millones de copias a nivel mundial. Además de su destacada carrera como cantante, también se destacó como actriz, participando en varias películas y series de televisión.
Rocío Jurado fue más que una artista; se convirtió en una defensora valiente de los derechos de la comunidad LGBT, convirtiéndose en un ícono para dicho colectivo. En un contexto en el que la homosexualidad era un tema tabú en España, ella abogó por el respeto y la aceptación de todas las personas, independientemente de su orientación sexual.
A nivel personal, la vida de Rocío Jurado estuvo marcada por tragedias. En 1984, su hermano falleció en un accidente de tráfico, y en 2006, su esposo, el torero José Ortega Cano, sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó en coma por varios días. Rocío Jurado también enfrentó la batalla contra el cáncer, falleciendo en 2006 a los 61 años.
La muerte de Rocío Jurado conmocionó a España y a sus seguidores en todo el mundo. No obstante, su legado perdura en su música, que continúa siendo una fuente de inspiración para numerosos artistas y admiradores.
