Eugenia Osborne, la hija de Bertín Osborne, está siendo una de las principales protagonistas en la polémica que están rodeando a su familia por el supuesto hijo que ha tenido su padre con la modelo Gabriela Guillén. Ante el silencio que está manteniendo Bertín con el tema, las pocas declaraciones que se han oído de su parte han llegado de la mano de Eugenia, aunque tampoco se ha extendido mucho en sus intervenciones.

Eugenia declaró hace pocas semanas a los medios que su padre se encontraba recuperándose lentamente por unas dolencias derivadas de haber pasado el covid. El propio cantante se pronunció en redes sobre este hecho que le obligó a aplazar hasta en dos ocasiones un concierto. "Ahí va, está más o menos, pero le está costando remontar el covid, la verdad", fueron las palabras de Eugenia sobre el estado de salud de su padre.

Sin embargo, también quiso señalar que anímicamente se encontraba muy bien pese a las peculiaridades de su salud. "Estaba encantado. Yo veo al Bertín de siempre, pero le veo un poco flojillo. De salud ha estado regular", afirmó Eugenia. La tercera hija de Bertín no quiso hablar de la polémica del posible hijo de su padre, siguiendo una política del silencio que ha reinado durante estos meses.

Al margen de esto, Eugenia ha mantenido su vida al mismo ritmo que antes, con mucha actividad en sus redes sociales. En Instagram acumula 228 mil espectadores que suelen seguir sus fotos, consejos de moda y belleza o algunas recetas saludables. Precisamente, ha sido un consejo de belleza, más bien un experimento, el que ha desatado toda una tormenta en su perfil.

La influencer y psicóloga quiso probar a ponerse pecas falsas con un brócoli, una práctica bastante inusual y que llamó la atención de muchos usuarios de la red. En el video no se apreciaba nada más que esta prueba, pero parece ser que fue suficiente para desatar todo un brote de odio contra ella.

"Si todas las personas (y me da pena ver que la mayoría son mujeres) que me han dejado comentarios negativos e incluso insultantes tenían la intención de hundirme hoy, les doy la enhorabuena porque ¡lo han conseguido!", fue el mensaje que compartió en su historia de Instagram, reflejando todo el odio que recibió en pocas horas por un hecho tan inocente como probar a maquillarse con un brócoli.

Eugenia no dejó el tema ahí y siguió defendiéndose de las acusaciones. Afirmó que pese a tener siempre mucho aguante ante las respuestas negativas, en esta ocasión habían conseguido afectarle. "Supongo que hoy me cogen cansada físicamente y emocionalmente. ¡Así que repito! ¡Enhorabuena! ¡Lo conseguisteis!", sentenció la influencer, exponiendo el comportamiento tóxico de algunos usuarios y cómo puede afectar a los creadores de contenidos.