Todo lo que rodea la relación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es siempre noticia. Desde que en los inicios del noviazgo salieran a la luz los rumores de infidelidad por parte del empresario a la marquesa de Griñón y tras la célebre frase de la hija de Isabel Preysler, esas palabras que ya son historia del papel couche, "me da igual que hayan sido 6 segundos o un nanonsegundo en el metaverso". Se desataba así una polémica que parecía que no iba a acabar bien y que rompería los planes de boda de la pareja, que estaba prometida.

Finalmente, ambos firmaron la paz y volvieron a apostar por su amor, un sentimiento que celebraron boda mediante y a la que acudió la flor y nata del famoseo patrio. Un enlace celebrado el pasado 8 de julio y que fue ampliamente seguido por la prensa especializada.

Unos cuantos meses después de darse el 'sí quiero', la pareja ya ha disfrutado de sus primeras navidades como marido y mujer. Unos días en familia que la pareja disfrutó en Suiza esquiando y con una excursión de raquetas. Una experiencia que la aristócrata compartió con sus compañeros de El Hormiguero.

"Tiene la mecha mucho más corta que yo"

Discusiones de pareja. Este fue uno de los temas que Pablo Motos planteó a sus colaboradores de la noche y en los que todos se mojaron. Tamara Falcó, uno de los presentes también confesó cómo sortean o afrontan estas situaciones en su propia casa. Falcó señaló que "cuando estoy enfadada, odio que me pregunten si estoy enfadada. Es que nuestros cambios hormonales como mujeres son difíciles de controlar".

"Íñigo tiene la mecha mucho más corta que yo, pero yo tardo mucho más en desenfadarme. Yo puedo estar hasta que se levanta, me abraza y me pregunta: ¿Podemos pasar ya de esto? Pero tardo. Puedo pasarme un montón de tiempo enfadada", admitió la marquesa de Griñón.

La madrileña quiso explicar el motivo: "En mi cabeza yo soy jueza y decido que está bien y que está mal. Dicto sentencia. Siempre o bastantes veces, tengo razón. Me atrevería a decir que un 98% de las veces", concluyó.

Ingresa en una clínica para adelgazar

Lo primero que le preguntó el presentador a sus colaboradores fue cómo les habían ido las navidades: "Yo he hecho un curso de cocina de pasta fresca en Italia y ahora tengo todos los utensilios que te puedas imaginar en mi casa", señaló Roca.

La marquesa de Griñón les contó que "he estado en Miami y luego en Suiza, en una clínica de macrobiótica para empezar bien el año porque me he comido todos los turrones del mundo".

"Fui para compensar los excesos de las navidades. He soltado lo que había cogido porque me he pasado comiendo rösti, pasta y todos los turrones habidos y por haber", admitió la madrileña.

La hija de Isabel Preysler y su marido, Íñigo Onieva, comenzaron el año esquiando en las pistas de Gstaad, en los Alpes suizos, como bien informaron a sus seguidores por redes sociales.

"En Suiza hice raquetas ¡y fue todo una mentira de mi marido!", exclamó entre risas. La tertuliana explicó que "Íñigo me engañó para que le acompañara en una excursión con raquetas por la nieve, y fue más dura de lo que pensaba", indicó la socialité.