Tras su polémico paso por el reality que sustituyó Gran Hermano en Telecinco, Secret Story, Miguel Frigenti se ha convertido en uno de los concursantes más cuestionados de este reality. Acostumbrado a situarse en el punto de mira por sus opiniones, en esta ocasión el colaborador de televisión nos confiesa que no se va a enfadar por lo que opinen de él, ni si quiera compañeros de profesión como Sonsoles Ónega: "Cada uno puede dar su opinión. Sonsoles también, yo lo acepto, para eso me he metido aquí, yo he estado del otro lado y he criticado a los concursantes, sería ridículo enfadarme por eso".

Mostrando su faceta más amable con los medios tras una jornada de trabajo en Telecinco, Miguel reconoce que no está del todo contento con su paso por 'La Casa de los Secretos' aunque no cambiaría nada: "Demasiado intenso, he sido muy pesado". Muy seguro de la amistad que comparte con Belén Esteban, Miguel quiere dejar claro que no tiene ningún miedo a lo que pueda salir de él, ya que sabe muy bien qué es lo que ha podido decir de su gran amiga detrás de las cámaras. "Yo no tengo ningún miedo, yo ya he dicho lo que dije de la boda, nunca he puesto verde a mi amiga, jamás lo haría y si para comentar mi concurso o para defender el concurso de otros familiares tienen que hablar de mi amistad con Belén o hablar de una boda de hace tres años, me parece absurdo. Cada uno que diga lo que quiera que ahí estoy yo para defenderme" ha explicado Miguel muy seguro de sus palabras llegando a insistir en que pasó hambre en la boda de Belén Esteban.

"Miguel dijo de todo de la boda. Que había sido una horterada y que había música entre platos, que llegó todo frío", relató Alba Carrilo en Sálvame. "Yo en cambio quería música", defendió por su parte Alba Carrillo. Frigenti se llegó a inventar que Luis Rollán le había tirado los trastos o que Rafa Mora llevaba un traje muy feo.