El céntrico quiosco que reparte un quinto premio en Zamora: "Tenía el cava preparado"

Isidoro Jorge, en su quiosco y terminal de venta de loterías de la avenida Príncipe de Asturias.

Isidoro Jorge, en su quiosco y terminal de venta de loterías de la avenida Príncipe de Asturias. / José Luis Fernández

La venta por terminal ha dejado en Zamora dos kioscos de la ciudad agraciados con uno de los quintos premios, el que ha correspondido al número 88.979. Uno de ellos es el situado en la céntrica avenida Príncipe de Asturias, que regenta Isidoro Jorge. El propietario de ese punto de venta por terminal situado en el kiosco Isi, reconoce que, aunque la cantidad que ha dejado ese número no sea mucho, va a abrir una botella de cava o espumoso que ya tenía preparada en el frigorífico para celebrar la ocasión.

Ha admitido que en el momento de salir ese quinto premio no estaba atento del sorteo si no que se encontraba fuera del quiosco charlando con un cliente y se ha enterado de la suerte cuando le han llamado los medios de comunicación. Todavía sin poder precisar cuántos boletos de 20 euros (agraciados con 6.000 euros cada uno) ha vendido, Isidoro Jorge recuerda que el año pasado la fortuna ya le rozó en el sorteo de Navidad, ya que vendió el número anterior al "gordo".

El dar un quinto premio confiesa que "da alegría pero a ver si damos algo más", declara el propietario del quiosco a los pocos minutos de dar el premio. Sabe bien lo que es dar un primer premio en un sorteo de la Lotería Nacional, como hizo hace ahora diez años, mientras que el pasado año también dio un segundo premio en uno de los sorteos de los sábados.

Su punto de venta es un negocio familiar que abierto como terminal de venta de loterías y apuestas del Estado en los años ochenta en el bar Jormi del que él cogió el traspaso y continúa la venta por terminal, ahora como quiosco. Isi reconoce que la última noche ha dormido tranquilo y no se ha desvelado por pensar si iba a tocar o no algún gran premio en su negocio porque la faena ya estaba hecha. El dueño del boleto de ese quinto premio salido de su terminal hacía tiempo que estaba en el bolsillo de un zamorano.

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