Divinas Ondas es la nueva emisora de radio que ha estado funcionando este curso con cuñas propias, pequeños concursos, obras de teatro radiofónica e interesantes podcast literarios, todo ello abierto al público en general y con las voces de futuros profesionales.
Se trata del Proyecto de Innovación Educativa Sintoniza, puesto en marcha este curso la Consejería de Educación y en el que han participado alumnos de Infantil y Primaria del colegio Divina Providencia, bajo la dirección de los profesores Jesús Bartolomé, Esther Peláez y Chema Payo.
No es la primera vez que este centro educativo participa en este tipo de iniciativas de la consejería. Tras haber aprendido en cursos anteriores sobre robótica o aplicaciones para móviles, este año la propuesta les interesó por la versatilidad que podía ofrecer a la hora de aplicar la radio en el aula. “Lo primero que te viene a la mente es usarla para lengua, con el objetivo de mejorar la expresión y dominar el lenguaje, pero en seguida nos dimos cuenta de que tiene muchas más aplicaciones”, reconoce Jesús Bartolomé, uno de los profesores que ha puesto en marcha el proyecto en el colegio zamorano, y pone como ejemplo la realización de concursos de cálculo rápido.
Como paso previo a este programa, los docentes implicados realizaron un intenso curso de preparación para aprender a utilizar las herramientas que les iban a facilitar desde la Junta, como una mesa de mezclas, cascos y micrófonos, elementos que fascinaron a los niños desde el primer momento. “Al principio, lo que más les imponía era la mesa de mezclas, con tantos botones, sin saber para que servían”, recuerda el profesor sobre el primer contacto de sus alumnos con este taller.
Poco a poco, las propuestas fueron creciendo, después de que los más pequeños se centraran en crear las cuñas de esta emisora escolar, que bautizaron como Divinas Ondas, inspirados en nombre del propio colegio. Pronto fueron surgiendo desde concursos hasta obras de teatro o incluso podcasts como “Ratones de biblioteca”, para disfrutar de las jornadas de lectura “con un punto crítico, fomentando así el debate literario”, detalla.
Este recurso también lo aprovecharon para estimular el estudio en los alumnos de apoyo o refuerzo. “Nos dimos cuenta de que era una forma diferente de dar la lección y además fueron poco a poco perdiendo el miedo a las grabaciones, nos contaban todo lo que habían aprendido y les motivaba mucho el estudiar para luego poder salir en la radio”, asegura Bartolomé.
Una motivación que crecía sabiendo que además estos pequeños programas no solo los escucharían sus compañeros del colegio, sino también sus familias, puesto que también se colgaron en plataformas como Spotify o iVoox.
“Aparte de ejercitar la memoria y perder el miedo a hablar, además de reconocer su propia voz, este proyecto les ha ayudado a incentivar la investigación, aprender a filtrar la información y a hacer síntesis”, enumera el profesor. “Y todo ello con un elemento tan antiguo como es la radio, a la que muchos ni estaban acostumbrados”, añade Jesús Bartolomé, quien reconoce que a estos alumnos, tras el curso “se les ha abierto ahora un mundo totalmente nuevo y una curiosidad muy sana”, finaliza.
