Parece que en las últimas ediciones no hay final nacional del concurso Young Business Talents sin participación zamorana. La tradición se mantiene y continúa este año con la asistencia del equipo formado por Lydia Villacorta Izquierdo, Christian Peña García, Ainhoa Martín Alonso y Juan Hernández Casas, alumnos del IES Maestro Haedo, que han llegado hasta aquí con la preparación de su profesor Francisco Zapatero, que imparte Fundamentos de Administración y Gestión y tiene ya la experiencia de haber preparado a otros grupos en anteriores ediciones de este concurso de carácter educativo y práctico alrededor de la empresa y el emprendimiento juvenil, donde los participantes tienen que mantener activa una empresa dedicada a un sector concreto, en este caso de alimentación con productos lácteos.

Superar las diferentes pruebas de este certamen es también una excusa para aprender de una manera diferente sobre economía. “Participar en este concurso nos ha permitido acercarnos de una manera más práctica y real a estas asignaturas. Ha sido como hacer una práctica en una empresa real, porque hemos visto de primera mano cómo funciona una empresa desde dentro y podemos asegurar que es más difícil de lo que parece”, subrayan los miembros del equipo, que se denomina Milkyou.

Paciencia, esfuerzo y compañerismo son las claves que desvelan estos estudiantes para haber llegado a la final nacional. “Aprendiendo de nuestros errores, conociéndonos mejor entre nosotros y con un poco de suerte, además de la ayuda de nuestro profesor, hemos ido logrando pasar simulación tras simulación”, explican.

El juego virtual trata de poner en marcha una empresa, haciendo balances, analizando costes o previendo gastos. “Aunque no sepas el concepto de forma teórica, aprendes a aplicarlo correctamente en el momento adecuado. Es el mejor ejemplo de que con la práctica y la experiencia se aprende”, aplauden los participantes.

Los compañeros miran a la pantalla de una de las actividades propuestas en el concurso. | Cedida

Esta experiencia a través del juego les ha dado un bagaje para conocer las complicaciones que tiene mantener a flote una empresa. “En primer lugar, es importante saber mantener las formas ante cualquier situación de desacuerdo dentro del grupo. De hecho, algunos debates fueron bastante desagradables, pero creemos que estas situaciones nos fortalecen como equipo”, comienzan a analizar. “A esto se suma los repentinos cambios en el simulador a los que nos tuvimos que adaptar. Con estos cambios, teníamos que reformular la mayor parte de nuestras decisiones”. Unas decisiones que creaban incluso “rivalidad” con el otro equipo del instituto que también participaba en el concurso, “aunque teníamos buena relación y nos ayudábamos mutuamente”, añaden. Junto al IES Maestro Haedo había otros concursantes zamoranos en los centros IES Río Duero, IES Poeta Claudio Rodríguez e IES González Allende, en Toro.

Sobre el haber logrado llegar a la final, reconocen que fue una noticia sorpresa. “No esperábamos llegar tan lejos. De hecho, en la semifinal competíamos contra unas empresas que nos pusieron entre la espada y la pared durante las tres simulaciones que comprenden cada etapa”, recuerdan los alumnos zamoranos. “Además, nuestras expectativas también eran bajas , porque el otro equipo del instituto, los Yogurines, lo hacían muy bien, e incluso nos superaban en puntos en varias fases del concurso”, reconocen sobre sus compañeros de centro.

Pensando en la final, que se celebrará el próximo 7 de mayo de manera virtual —como se ha realizado todo el proceso de las fases provinciales, debido a la pandemia— lo tienen claro. “Trataremos de hacerlo lo mejor posible para ganar, porque tenemos muy buenos presentimientos sobre la final. Y si no llegásemos a ganar, nos quedaremos con los buenos recuerdos, la experiencia y todo lo aprendido a través del simulador”, aseguran.

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