La educación especial ha ido adquiriendo notable importancia con el paso de los años. Todos los que queremos y creemos en una escuela inclusiva, debemos hacer de esta disciplina una oportunidad para dar una respuesta adecuada y favorable a aquellos alumnos que presentan algún tipo de necesidad educativa. Como docentes, debemos avanzar, crecer y vencer, con el fin de conseguir un sistema educativo inclusivo basado en un aprendizaje significativo y en el que prime el refuerzo positivo, ya que solo de esta manera alcanzaremos una sociedad en el que se conciba la atención a la diversidad como algo natural, aunque bien es cierto que queda un gran camino por recorrer.

Desde mi punto de vista como docente que imparte esta especialidad, la pedagogía terapéutica se podría definir con las siguientes palabras: aprender, trabajar, coordinar, optimizar y motivar.

En definitiva, lo resumiría como el poder de transmitir y acercar los contenidos y las habilidades básicas de la vida diaria a aquellos niños y niñas que más dificultades presentan.

Nuestro trabajo se basa en la preparación e innovación, pero, sobre todo, en la ilusión y satisfacción.

Esta profesión es bastante exigente, por lo que debemos ser muy constantes y nunca rendirnos, abandonar o creer que algo no se puede. Los avances con estos alumnos —en algunos casos— se consiguen muy a largo plazo, lo cual la hace una profesión aún más satisfactoria, si es posible, ya que cuando alcanzamos cualquier logro, por muy pequeño que este sea, es una dosis de energía, de ver compensado tu esfuerzo y dedicación. Como dijo Freire: "quién desea enseñar, debe estar dispuesto a aprender", y yo siempre aprendo algo de mis chicos.

A partir de esta frase y para terminar, quisiera mencionar también a un gran maestro al que admiro. Se trata de José Antonio Fernández Bravo, el cual, en uno de sus vídeos, expone que "la educación debería plantearse de forma que las asignaturas que se impartan en los centros educativos no sean fines en sí mismos, sino medios a partir de los cuales, nosotros los docentes, con nuestras armas mágicas, desarrollemos a la persona".