Estamos viviendo en una sociedad mediatizada, nuestras decisiones muchas veces están influenciadas por los mensajes que recibimos de los medios de comunicación y aprendemos, para bien o para mal, de ellos.

Para poder canalizar estos mensajes, que no fueron creados para ser herramienta educativa, los maestros y profesores deben ser los encargados de transformarlos en aliados, de dirigirlos y dar sentido a esa información para adaptarla a los objetivos y contenidos curriculares. Sabemos que los medios son un instrumento, no un fin.

La escuela y la prensa escrita están interrelacionadas. La primera porque forma e informa y es de perfeccionamiento continuo, la segunda porque informa y forma, aunque casi siempre con una intencionalidad de empresa, política, social, etc.

Algunos pedagogos están convencidos de que el individuo es producto de un medio social y que, por ello, la pedagogía debe basarse en las experiencias concretas de los alumnos, de que cada uno sea el protagonista de su propio aprendizaje y que el mundo que le rodea sea un referente importante para la construcción de conocimientos más significativos y, entre otros, la prensa no solo les informa, sino que también les ayuda a asimilar su espacio cognitivo y a integrarse en él de modo crítico y abierto.

A pesar de hacer referencia a la prensa como un recurso didáctico, nunca debe esta sustituir al libro de texto, ya que no está hecha desde ese punto de vista y tampoco tiene en cuenta el desarrollo intelectual y emocional del alumno, ya que está realizada para informar y dar opinión; pero sí que la prensa escrita ayuda a entrar en contacto con el entorno más próximo, a desarrollar alumnos mejor informados, a consolidar la libertad de expresión, a contrastar noticias y opiniones, a poder someterlas a debate, a consolidar su criterio propio, a respetar las opiniones de los demás y aprender a dialogar. También refuerza el hábito y la comprensión lectora y estimula la expresión escrita y estas son importantes técnicas instrumentales para la educación y la cultura.

La prensa escrita permite al alumno, ante otros medios de comunicación, a escoger cuándo, cómo y qué leer.

En pocas palabras, el uso de la prensa escrita ayuda y complementa la formación y el aprendizaje de los alumnos, haciendo de ellos personas más íntegras y sensibles

La Unesco recomienda programas de prensa-escuela para que los alumnos sean capaces de responder de manera adecuada ante el constante bombardeo de información que a diario reciben.

Y como dice Mario Kaplún: "La educación, en lugar de insistir permanentemente en la acumulación de informaciones, debería preocuparse cada vez más en formar para buscar, procesar e interpretar la información".