"Me di un ultimátum y dije que con 40 años era la última vez que me presentaba a las oposiciones de Secundaria". Así de tajante recuerda Ana Llusá que se planteó su proceso en las pruebas del pasado verano, ya que llevaba intentando conseguir una plaza desde 2007 y sumaba siete convocatorias, no solo en Castilla y León, sino también en la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid y Castilla La Mancha.

"Lo mío fue vocación desde un principio", asegura esta licenciada en Químicas, que eligió la carrera con el objetivo de dar clase, algo que ha logrado encadenando sustituciones como interina. Y es que el esfuerzo de todos estos años no ha caído en saco roto, puesto que le han dado una experiencia de la que pocos pueden presumir. Ahora comienza una nueva etapa, ya con plaza en propiedad, en el IES Poeta Claudio Rodríguez de la capital, como profesora de Física y Química.

Otro ejemplo de tenacidad es Eva Fuente, una veterinaria que estudió el CAP "por recomendación de mi madre", maestra de profesión, también como su padre. Un consejo familiar que le ayudó a cambiar de sector cuando comenzó la crisis y se puso a preparar las oposiciones de Secundaria en 2014. Probó suerte en Galicia, Madrid y Asturias, además de Castilla y León. Pero ha sido en esta comunidad donde finalmente ha logrado una plaza, tras años de interina en diferentes ciudades y pueblos. "Sin puntos de experiencia, es difícil trabajar", explica. El pasado curso compaginó trabajo y estudios. "Yo rindo mejor cuando más cosas tengo que hacer, pero es verdad que el esfuerzo y sacrificio son esenciales, además de algo de suerte, que en esta convocatoria ha estado de lado de muy pocos", lamenta.

Como ella, la crisis también hizo plantearse su futuro de ingeniero de caminos a Víctor Álvarez. Ya en su puesto de profesor de matemáticas en el IES Maestro Haedo -una de las especialidades más castigadas estas oposiciones, por el alto número de vacantes sin cubrir que quedaron-, donde ya había trabajado a media jornada, considera que "se debería premiar a los que aprueban sin plaza y ser los primeros en elegir". Antes de Zamora, él ha dado clases como interino en Camarzana y Ávila. "Es preferible tener media jornada para poder estudiar, pero son unas oposiciones que no se pueden preparar en un año", considera.

Otro opositor infatigable que también ha tenido en esta convocatoria su recompensa es José María Pérez. "Me presenté por primera vez en 2007, tras 17 años trabajando en la empresa privada en campos completamente ajenos a la educación", resume. Así que le ha dado tiempo a presentarse a las cuatro convocatorias que ha habido desde entonces en Castilla y León. "He aprobado tres veces, dos de ellas sin plaza. Pero desde 2008 he tenido trabajo como profesor en las provincias de León, Salamanca, Segovia, Ávila y Zamora", enumera. En esta última, en el IES Villalpando, es donde ejerce como profesor de francés.

"El proceso de oposiciones, tal y como está planteado, no me parece que sirva para determinar quién está realmente preparado para ser un buen profesor", subraya. "Las pruebas debería ser más objetivas, de forma que todos los tribunales puntuaran exactamente igual", considera.

Recién graduado en Estudios Ingleses en 2016, Ahmed Yaddassi se puso a preparar las oposiciones. Dos años de intenso estudio que han resultado muy beneficiosos. "El examen me resultó asequible, me cayó el tema que me sabía", reconoce. Hasta ahora, su experiencia docente se circunscribía a las clases particulares que impartía en una academia mientras preparaba las oposiciones. Este curso compaginará las aulas del IES Lucía de Medrano y el Centro de Adultos de Salamanca. "Ahora lo más duro es hacerme con esta nueva rutina y las peculiaridades de cada aula. Hay que saber dominar a la clase, pero también conectar con los alumnos", aconseja.

No es lo habitual, pero otro ejemplo de que también es posible presentarse por primera vez a las oposiciones y conseguir una plaza es Elisa Martín, "con mucho esfuerzo", puntualiza, destacando lo "complicado" de este proceso "porque se trata de un trabajo a tiempo completo", asegura. Cuando decidió presentarse, "lo primero que me dijeron en la academia donde me preparada fue que no tenía ninguna posibilidad de plaza y que mi objetivo era la interinidad", recuerda. Por eso quiere contar su historia "para alentar a todos aquellos a que sí es cierto que, aunque casi imposible, algunas veces se consigue", anima.