omenzamos nuevo curso escolar 2018-2019, empieza para todos, no solo para alumnado y profesores, sino también para las madres y padres, acaba de tocar el timbre de entrada, para las familias no vuelve a sonar hasta junio con la finalización del curso escolar.

Llegan familias nuevas con ganas de conocer ese centro que han decido que es el mejor para sus hijos e hijas, y allí se encuentran con el primer choque: tienen que hacer maravillas para conciliar vida familiar-laboral con ese periodo de adaptación marcado por la Conserjería de Educación para los niños y niñas de tres años, un periodo que en muchos casos no haría falta.

A estas mismas familias de enseñanza Infantil añadimos Bachillerato y alguna otra disciplina considerada enseñanza no obligatoria. Les llega la cuesta de enero en septiembre, sufren un coste más elevado, pues, tengan la renta familiar que tengan, deben afrontar el pago de los libros de texto, material escolar, servicios complementarios, etc, sin ninguna posibilidad de disfrutar del programa Releo Plus.

Qué decir de este programa Releo Plus, con su cambio de filosofía. La Constitución lo dice bien claro, "la enseñanza básica es obligatoria y gratuita". Los padres cumplimos con la primera parte escolarizando y nos preguntamos ¿cuándo será gratuita en Castilla y León? No entendemos que de la dotación presupuestaria inicial que la Conserjería de Educación anuncia todos los años no se gaste toda para el programa. Si realmente se destinara el presupuesto total, llegaría para las familias con rentas bajas y también para las de rentas medias-bajas que, hasta el momento, son las auténticas sufridoras de sistema.

Con la implantación de la Lomce, ley de educación no consensuada con la comunidad educativa, se eliminaron las competencias decisorias en los consejos escolares, dónde pasamos a tener solo voz. Hemos de sumar las distintas órdenes que periódicamente publica la consejería, excluyéndonos de forma activa en el proceso de formación de nuestros hijos e hijas. Queremos una participación real en nuestros centros educativos.

Tenemos muchas más reivindicaciones, pero si no se consigue este mínimo de conciliación, gratuidad y participación, seguiremos careciendo de una educación de calidad, democrática y participativa, aunque tengamos los mejores resultados en PISA.