La detección de deficiencias en los hábitos alimentarios de los escolares ha sido el punto de partida para el proyecto que ha puesto en marcha durante este curso el CRIE de Zamora. "El número de niños que no comen de forma variada, que rechazan verduras y legumbres, fruta y pescado, aumenta cada año. Además, sin ser conscientes, abusan de productos que contienen niveles elevados de grasas saturadas, azúcar y sal", explica el director del centro, Antonio Sánchez.

Bajo el sugerente nombre de "Distrito Zero", y haciendo gala del distintivo que en 2016 recibieron del Ministerio de Educación, el Sello Vida Saludable, los docentes del CRIE han desarrollado un programa con el que, de una manera divertida, introducir a los más pequeños en hábitos de vida saludable. Como si de una película apocalíptica se tratara, los alumnos llegaban a las instalaciones del CRIE como "elegidos" para ser "desintoxicados" del exterior, víctima de un desastre ecológico. "Llegan muy contaminados: consumen bebidas azucaradas, la bollería industrial es su merienda, abusan de la comida rápida?", pone de ejemplos Sánchez.

Así, durante la semana que permanecen en el CRIE, y a través de juegos y talleres, los alumnos van tomando conciencia de qué tipo de alimentos necesita su cuerpo para mantenerse sano. Así mismo, el complemento de la actividad física resulta fundamental para lograr un equilibrio que permita regular estos nuevos hábitos saludables "basados en tres pilares fundamentales como son la alimentación, la actividad física y el descanso", enumera.

Crossfit, paseos saludables matutinos antes del desayuno, rutas en bicicleta, "escape room" o aprender a interpretar las etiquetas de los productos y analizar la publicidad, además de experimentos en laboratorio para demostrar diversas características de los alimentos, son algunos de las actividades que se han desarrollado durante el proyecto.

También ha habido una "prueba de fuego" final, donde los participantes han tenido que salir del distrito zero para realizar una compra digital en un hipermercado aplicando los conocimientos adquiridos para una dieta óptima.

Han sido 600 alumnos de un total de 35 centros educativos de la provincia, a los que hay que sumar un colegio de Liverpool, los que han superado las pruebas de este "Distrito Zero" durante este curso 2017-2018. "Merece una especial mención los participantes del centro de educación especial Virgen del Castillo, ya que son alumnos con necesidades específicas que participan de nuestros proyectos desde hace ya cuatro años y siempre nos visitan con una especial ilusión e implicación total", valora Sánchez.

Los contenidos del programa se han abordado durante 22 semanas para lograr los objetivos marcados en este amplio proyecto, en el que, aparte de la implicación del equipo de maestros del CRIE, han colaborado alrededor de 110 tutores de la provincia. "Como docentes, es un placer observar que los estudiantes toman la iniciativa, lideran su aprendizaje, plantean sus hipótesis e intentan ponerlas en práctica para seguir avanzando hasta alcanzar la descontaminación y así pasar a formar parte del equipo de agentes del Distrito Zero. Su misión a partir de este momento es clara: compartir todo lo aprendido con sus compañeros, amigos y familiares, para continuar con la cadena de descontaminación", anima el director del CRIE.