Cáncer de vejiga

Beatriz García

El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta con la edad (es más frecuente a partir de los 50-55 años) pero el factor más importante es el tabaquismo, responsable directo del 50% del total de casos. Esto se debe, tal y como explica la Dra. Carmen González Enguita, responsable del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz, a que las sustancias cancerígenas que contiene son absorbidas y eliminadas por la orina: “El tabaco contiene multitud sustancias con características tóxicas, de índole carcinogénico (más de 250), que son eliminadas por el riñón. Muchas (más de 50) pueden dañar las células que tapizan el interior de la vía urinaria, provocando transformaciones celulares que derivan en cáncer. Se trata de gases irritantes, sustancias oxidantes y metales. Entre las mas conocidas están la nicotina, el monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes”.

Hay también otros condicionantes, como la exposición laboral o ambiental a determinadas sustancias químicas. Las aminas aromáticas (bencidina y la beta-naftilamina), que se usan algunas veces en la industria de los colorantes o productos químicos, presentes en industrias de goma, cuero, textiles y productos para pinturas y la imprenta pueden causar cáncer de vejiga. Por ello, hay que pensar que están en riesgo aumentado de padecer cáncer de vejiga trabajadores como pintores, peluqueros (debido a los colorantes de cabello), operarios de máquinas, tipógrafos y conductores de camiones (por la exposición a los gases de diésel).

Primeras señales a las que hay que prestar atención

“El síntoma característico de la sospecha de una lesión cancerígena en la vejiga es una hematuria (sangre en la orina) de manera monositomática, es decir, sin ningún otro síntoma añadido”, señala la uróloga.

Aunque puede ocurrir que el sangrado tenga se deba a otros problemas de salud (infección de orina, inflamación, litiasis…), la presencia de sangre en la orina y muy especialmente si corresponde a un paciente fumador o exfumador y mayor de 50 años, debe hacer sospechar de un proceso neoplásico e iniciar el protocolo de pruebas diagnósticas para detectar de forma precoz el tumor.

También puede haber otro tipo de síntomas no tan característicos, y que son comunes a otras enfermedades urológicas: urgencia miccional, frecuencia elevada, ardor o quemazón uretral.

¿Por qué es crucial el diagnóstico precoz?

La supervivencia es alta (75%) en un determino grupo de pacientes, aquellos que clasificamos como CVNMI (carcinoma de vejiga no musculo-infiltrante), pero en los casos CVMI (carcinoma de vejiga musculo-infiltrante) la mortalidad alcanza el 50%. “Si bien los CVNMI tienen un comportamiento menos agresivo, tiene alta tendencia a la recidiva, recurrencia y en un porcentaje no desdeñable a la progresión hacia el CVMI. Esta circunstancia exige un rigor y una continuidad en la prevención de recurrencias y en estudios de seguimiento que se prolongan durante muchos años, así como adquirir una serie de hábitos urológicos saludables: no fumar, evitar sustancias tóxicas, beber muchos líquidos…”, explica la dra. González Enguita.