Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
La polémica está servida si se tiene en cuenta que muchos consideran que debió optarse por un recorrido corto o, al menos, no arriesgar con la parada gastronómica, momento en el que se desató la lluvia.
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Alba Prieto
Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
La polémica está servida si se tiene en cuenta que muchos consideran que debió optarse por un recorrido corto o, al menos, no arriesgar con la parada gastronómica, momento en el que se desató la lluvia.
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Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
La polémica está servida si se tiene en cuenta que muchos consideran que debió optarse por un recorrido corto o, al menos, no arriesgar con la parada gastronómica, momento en el que se desató la lluvia.
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La polémica está servida si se tiene en cuenta que muchos consideran que debió optarse por un recorrido corto o, al menos, no arriesgar con la parada gastronómica, momento en el que se desató la lluvia.
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Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
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La polémica está servida si se tiene en cuenta que muchos consideran que debió optarse por un recorrido corto o, al menos, no arriesgar con la parada gastronómica, momento en el que se desató la lluvia.
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Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
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Aunque parecía que este Viernes Santo la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora se iba a librar de las precipitaciones ante un día que aparentaba soleado, el aguacero cayó. Y lo hizo justo cuando los cofrades estaban en la zona de la Catedral con su tradicional merienda, demasiado lejos para resguardarse en la carpa de San Esteban. Resultado: pasos mojados.
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