El Hospital Recoletas no solo es un centro de referencia en Zamora sino también uno de los patrocinadores del evento eWoman que tendrá lugar el próximo 19 de noviembre en el Consejo Consultivo de Castilla y León. Una cita organizada por LA OPINIÓN-EL CORREO que contará con la conferencia magistral de Mónica Deza, fundadora y CEO de BendIT Thinking, una consultoría estratégica de innovación y marketing.

–¿Qué le parece eWoman?

–Estoy a favor de cualquier iniciativa cuyo objetivo sea impulsar la visibilidad y el reconocimiento profesional de las mujeres con talento en cualquier sector. eWoman tiene, además, un necesario componente inspiracional para las nuevas generaciones.

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–¿Sobre qué versará su ponencia?

–Mi ponencia habla sobre el impacto en la vida de las personas, y especialmente de las mujeres, de cómo gestionamos cuatro conceptos universales: la suerte, la capacidad de resiliencia, la perseverancia y la felicidad. Me parece importante hablar sobre cómo “muscular” nuestra capacidad de recuperación ante situaciones difíciles en la vida para poder afrontar con optimismo y energía el futuro.

–Su currículum es abrumador con puestos de responsabilidad en grandes multinacionales. ¿Qué cualidades debe reunir una líder?

–Las cualidades necesarias para ser una o un buen líder son las mismas independientemente del género, pero, bien es verdad que la definición de liderazgo no es el misma hoy que hace diez años. Vivimos en una sociedad con miedo de la enfermedad, de la economía, de la radicalización o la falta de empleo … en resumen, miedo del futuro. Cuando hay que tomar decisiones difíciles, infrecuentes, que destrozan hábitos arraigados, desafían a la economía y buscan resultados cada vez más a corto plazo en medio de un clima de incertidumbre en constante transformación, es cuando tenemos que poner en marcha nuestras “neuronas de la empatía”, porque están implicadas en la comprensión de las emociones de los demás.

–¿Qué quiere decir?

–Que necesitamos líderes que tengan, entre otras cosas, un elevado nivel de inteligencia emocional que les permita gestionar sus miedos de forma funcional así como entender el de los demás. Saber gestionar y vencer el miedo dota al ser humano de la capacidad de hacer frente al riesgo abriendo al individuo un mundo de nuevas posibilidades que de otra forma nunca se plantearían. En este contexto creo firmemente que las mujeres tenemos cierta ventaja.

–¿Hay diferencias entre las y los consumidores?

–Sí, existen diferencias de consumo por género. Por ejemplo, las mujeres además de comprar más por internet, somos las que estamos liderando la transición hacia un consumo más sostenible en el hogar. Por otro lado, los efectos económicos de la crisis generada por el covid 19 está afectando más a las mujeres, uno de los colectivos más vulnerables durante la pandemia. Respecto al sector salud, las responsables de las decisiones y gestión de la salud familiar son principalmente las mujeres.

–¿A lo largo de su vida se ha encontrado con más dificultades por ser mujer?

–Las mujeres no queremos que el camino sea más fácil para nosotras sino simplemente más equitativo: poder optar a las mismas oportunidades profesionales que los hombres. Nos encontramos primero barreras culturales por ser mujeres, posteriormente por nuestra condición de madres a las que se suman por último las barreras generacionales a partir de los 45 años. Creo que se ha avanzado mucho pero, también, que todavía queda mucho por hacer. Personalmente, sí he encontrado obstáculos importantes a lo largo de mi carrera pero me siento orgullosa de haber sido (y espero seguir siendo) capaz de gestionarlos, eso sí, con gran esfuerzo, varios errores y algún éxito, pero sin renunciar nunca a ser yo misma, a mis valores y a mis prioridades vitales.

–Como experta en el mundo del marketing, ¿qué papel ha jugado la publicidad en la dictadura de la imagen sobre las mujeres a lo largo de la historia?

–El rol de la mujer ha sido siempre muy relevante a lo largo de la historia de la publicidad si bien lógicamente ha ido evolucionando a lo largo de los años siendo reflejo de la sociedad de cada época, aunque también, en ocasiones, la publicidad ha sido precursora de verdaderos cambios culturales positivos respecto a la imagen de la mujer contribuyendo a generar valores y referentes más igualitarios e inclusivos. La comunicación en general y la publicidad en particular tienen hoy por hoy la oportunidad de conseguir que las mujeres no solo se vean representadas sino identificadas.

"En el ADN del Grupo Recoletas está el impulso de la diversidad"

–¿Están pecando ahora las empresas del ‘pinkwashing’?

–Este término se creó en los años 90 en USA, lo acuñó la Breast Cancer Action para denunciar a las marcas que pretendían conseguir mayores ventas aparentando apoyar a las mujeres con cáncer de mama. No hay nada mas perjudicial para la reputación de una marca que la falsedad en sus estrategias de comunicación y marketing. Una marca sin un propósito verdadero jamás conseguirá ser realmente una marca “amada” por la gente. Construir una relación auténtica, veraz, leal, estable y útil no es tarea fácil pero no hay nada más poderoso que la autenticidad: “el hacer es el nuevo decir”. Aquí en Castilla y León podemos encontrar buenos ejemplos de empresas en cuyo ADN ya está el impulso de la diversidad y lo demuestran con hechos, como por ejemplo el Grupo Recoletas con una plantilla de más de 1.800 personas de las que mas del 80% son mujeres incluyendo puestos directivos.

"El primer paso para poder crear es creer en nuestra capacidad de conseguirlo"

–¿Cómo ha influido el auge del feminismo en el mundo de la comunicación?

–Yo formularía la pregunta más bien en el sentido inverso: cómo la comunicación está influyendo en la concienciación de la sociedad sobre la igualdad de género. La comunicación es un arma muy poderosa que, además de ser informativa tiene la capacidad de transformar a la sociedad tal y como ya predecía McLuhan el siglo pasado. Hay palabras que pueden ayudar a “curar” a “motivar” a “transformar” y es justo eso lo que necesitamos en estos momentos. Las experiencias que atravesamos, los estímulos que recibimos, las historias que nos contamos o que nos cuentan, van modelando los circuitos que nos hacen percibir, pensar y sentir de una determinada manera. Albert Einstein decía que la imaginación es más poderosa que el conocimiento. Si una mujer puede empezar a imaginarse escogiendo nuevas opciones en su vida, llegando a nuevas metas y experiencias, lo que nos enseña la investigación es que, al recrearlo mentalmente, está preparando su cerebro como si la experiencia ya hubiera empezado a tener lugar y a hacerla por tanto posible. El primer paso para poder “crear” o “reconstruir” es “creer” en nuestra capacidad de conseguirlo.

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–En su opinión, ¿qué hace falta en la sociedad para lograr la ansiada igualdad real y efectiva?

–Hace falta que llegue el día en que la falta de diversidad deje de ser noticia, sea normal que una mujer dirija un país o representen la mayoría en consejos de administración por sus capacidades sin necesidad de cuotas o sin ser consideradas una excepción, podamos ser madres sin renunciar a nuestras carreras profesionales, o no sea necesario ya celebrar el Día Internacional de la Mujer. Para que esto ocurra necesitamos seguir trabajando en un cambio cultural que se consigue a través de una legislación adecuada, la educación de las generaciones futuras y la comunicación que impulse la imagen de marca mujer en la sociedad.