Marisa de Urquía, directora general de Telefónica para Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid, participará el 24 de noviembre en el evento “Emprendimiento en el mundo rural”, una mesa redonda online en la que varios expertos en diferentes ámbitos abrirán el debate sobre este tema. Este foro online está organizado por Telefónica y LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, y cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Rural.

–¿Por qué es importante el emprendimiento en el medio rural?

–Potenciar el tejido productivo es clave para fijar población y será necesario hacerlo mediante el impulso a la modernización, a la transformación digital y al emprendimiento. Esa fuerza emprendedora será clave para generar y liderar una propuesta de valor rural, creando un ecosistema innovador que propicie la transformación de sectores tradicionales, como el agro; la diversificación económica necesaria y la creación de nuevos modelos de negocio y nuevas fórmulas de colaboración. Las mejores prácticas internacionales de dinamización rural se basan en un modelo local, adaptado a las singularidades de cada lugar, sostenible, respetuoso con el entorno, innovador, aplicando nuevas lógicas a los procesos tradicionales, y social, fomentando la inclusión de jóvenes, mujeres y de nuevo talento.

–¿Qué hace falta para que la gente se anime a emprender en el medio rural?

–No hay una solución única. Es vital disponer de servicios públicos básicos, de ayudas fiscales y simplificar trámites administrativos para las empresas y emprendedores. Solo una solución global podrá garantizar que las empresas dispongan de los medios óptimos para establecerse y mantenerse en el entorno rural. Son necesarias políticas globales que fomenten la natalidad, apostando por el empoderamiento de la sociedad civil y por el desarrollo de servicios digitales para que los ciudadanos puedan disfrutar de las mismas oportunidades. La tecnología puede y debe jugar un papel clave en la lucha contra la despoblación rural, pero en España la verdadera brecha es de adopción, no de conectividad. Las infraestructuras de telecomunicación no pueden sustituir, sí complementar, la actuación del resto de agentes. Se precisan políticas públicas decididas y coordinadas que ayuden a disminuir la brecha de capacitación digital, a fijar el tejido empresarial y a ofrecer unos servicios públicos digitales eficientes que garanticen la sostenibilidad de la transformación digital rural. El tremendo esfuerzo inversor realizado en este país en infraestructura, ya que tenemos la mejor red de fibra de Europa, no tendrá sentido sin políticas públicas que incentiven su uso y aumenten la capacitación digital de jóvenes y mayores.

–¿Cómo ayuda Telefónica a ese emprendimiento en los pueblos y cuál es su contribución?

–Somos un actor relevante en el mercado de las ciudades inteligentes y los servicios smart. Además, contamos con la mejor tecnología y los mejores servicios digitales para ayudar a la transformación de las empresas y administraciones públicas del entorno rural. La conectividad rural ocupa un lugar predominante en nuestra misión y se materializa en un ingente esfuerzo inversor y un intenso despliegue de banda ancha fija y móvil para que los servicios sean los mismos para todos los ciudadanos. Además, hemos tenido una participación muy activa en las ayudas aprobadas por el Gobierno en apoyo al esfuerzo inversor de los operadores privados. Telefónica ha decidido dar un paso más apostando para el año 2025 por la plena cobertura de fibra óptica en España, para lo que resulta imprescindible la colaboración público-privada y la captación de fondos europeos. España dispone de la red de fibra óptica y 4G más extensa de Europa y con mayor capilaridad. En España la cobertura rural de fibra óptica supera a la media europea total, es decir, que las zonas rurales españolas disfrutan en media de mejor cobertura que la media total de la Unión Europea. Ahora, además, hemos emprendido un encendido sin precedentes de 5G en todo el país. Tenemos la mejor red que soporta los más innovadores servicios digitales para empresas y administraciones públicas basados en las más innovadoras tecnologías.

–¿Cuáles son los planes de Telefónica en la provincia respecto a telefonía e Internet?

–Castilla y León es la comunidad autónoma más compleja para los despliegues, no solo por la extensión y por el peso del entorno rural, sino, especialmente, por la baja densidad de población y su dispersión, a lo que se suma el envejecimiento. No es excusa, es la realidad con la que tenemos que trabajar y que tenemos que atender desde el sector público y privado. En 2021 desplegaremos fibra en 134 pueblos más de Zamora, beneficiando a otros 20.000 habitantes y con una inversión de más de 6 millones de euros que se suman a los 11 ya invertidos solo en fibra. El objetivo es alcanzar alrededor del 60% de la población cubierta con fibra. Respecto al 5G, ya hemos encendido los cinco nodos de la capital y, además, ya hay nodos encendidos en ocho localidades más. Con ello alcanzamos una cobertura de aproximadamente el 50% de la población antes de que acabe el año. Hemos querido hacer un encendido solidario, incluyendo poblaciones más pequeñas. La cobertura de banda ancha móvil es del 93% de población.

–La pandemia ha acelerado procesos como la digitalización de las empresas, ¿esa digitalización es importante?

–La digitalización en las empresas representa la llave para la competitividad y la mejora de sus procesos productivos. Los procesos deben reinventarse constantemente en cualquier negocio. La pandemia ha permitido avanzar mucho en este sentido. De la noche a la mañana muchos pequeños negocios se vieron obligados a adaptarse, a crear una página web para vender, a incorporar herramientas de trabajo en remoto y mejorar su ciberseguridad. Pero la transformación digital es algo más profundo. Para que la transformación digital se produzca realmente debe haber una estrategia de negocio detrás del uso de todas esas herramientas y tecnologías. La digitalización es una oportunidad para las pymes y autónomos españoles sobre todo tras la Covid-19. La transformación digital de las pymes podría tener un impacto anual equivalente al 1,8% del PIB hasta el año 2025.