Cobadu es la primera empresa de Zamora, la primera cooperativa agroalimentaria de Castilla y León en facturación y la segunda cooperativa de primer grado con mayor facturación de España. Es un referente si se habla de empresas y de emprendimiento, por lo que su director general, Rafael Sánchez Olea, participará en el evento “Emprendimiento en el mundo rural”. La mesa redonda online está organizada por Telefónica y LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, y cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Rural.

–En el evento se va a hablar de emprendimiento en el medio rural. Cobadu comenzó su actividad en el año 1982, ¿fueron duros los inicios de la cooperativa?

–Como casi todos los inicios, fue muy difícil. Fue aquí en Zamora, el Bajo Duero, en las comarcas de Tierra del Vino y La Guareña donde 380 hombres del campo marcaron el inicio de lo que hoy en día es Cobadu. Ellos construyeron una fábrica de piensos compuestos para defenderse de los abusos de las grandes empresas. En un enclave idóneo, con solo siete empleados, multitud de complicaciones y muchas deudas, comenzó la que es hoy en día la mayor cooperativa de toda Castilla y León.

–¿Cuál es el secreto para que 38 años después siga funcionando y a pleno rendimiento?

–El secreto y nuestra forma de entender el presente y futuro de la cooperativa es estar receptivos a los cambios del sector y sensibles a las necesidades de nuestros socios, esto marcará nuestro desarrollo y el de sus granjas. Nuestro incremento de socios es constante y cada año tenemos una incorporación importante que contrarresta las bajas que pueda haber por jubilación o cese de actividad. El hecho de que tengamos este crecimiento solo puede deberse a la confianza que transmite la cooperativa a los nuevos agricultores y ganaderos que se incorporan. Desde nuestra fundación hasta ahora, hemos intentado ofrecer productos y servicios de calidad a un precio adecuado y aportamos a nuestros socios un valor añadido que se traduce en formación, asesoramiento, seguridad de cobro… Para todo ello contamos con un equipo técnico completamente profesionalizado que nos ha situado a la vanguardia del sector.

–¿Qué ha hecho posible el crecimiento de Cobadu en este tiempo?

–Nuestro crecimiento ha sido orgánico, incorporando nuevos socios, ensanchando nuestras áreas de actuación y colaborando con otras entidades asociativas. Nuestra diversificación ha ido siempre acorde a las necesidades de nuestros socios que hemos ido detectando, además de tener la cercanía y confianza que transmiten nuestros técnicos a los ganaderos y agricultores socios. Sin duda, ésta es una de nuestras claves, seguiremos manteniendo este abanico de productos y servicios para el socio y lo aumentaremos cuando sea necesario, teniendo clara nuestra misión de generar prosperidad ayudándoles.

–En la actualidad, ¿qué cree que hace falta en el mundo rural para que se pueda emprender?

–Hoy en día se necesitan en primer lugar buenos márgenes y rentabilidad. Si no existe esto, es imposible que se pongan en marcha negocios en el medio rural, no solo del sector primario, sino de cualquiera. Vivimos en una época en la que es obligatoria la digitalización y la puesta en marcha de explotaciones tanto agrícolas como ganaderas bien dimensionadas, profesionales y en continua mejora.

–¿Se necesitan más agricultores y ganaderos en el sector?

–No creo que el sector necesite más agricultores y ganaderos, lo que necesita el campo son jóvenes que se sientan atraídos por la rentabilidad dentro de su actividad y, con el apoyo de las ayudas de las administraciones, vean su futuro en la agricultura y la ganadería. Es parte de cooperativas como Cobadu fomentar esta incorporación poniendo los medios personales a nuestra disposición para estar al lado del futuro del sector.

–¿Qué presencia tiene en estos momentos Cobadu en cuanto a datos de socios y en qué zonas?

–A día de hoy, Cobadu tiene 10.500 socios en toda España, con una presencia en el conjunto de las provincias de Castilla y León, sobre todo Zamora y Salamanca, y provincias limítrofes, Extremadura y zona centro de España, además de un colectivo de más de 1.500 clientes en Portugal.

–¿La pandemia está afectando de alguna forma a la cooperativa?

–Todo lo que afecta a la sociedad en general afecta a los agricultores y ganaderos, y en consecuencia a la cooperativa. Con la pandemia, el canal Horeca y el turismo se han visto gravemente afectados, con una crisis que provoca una menor demanda de lechazos, tostones, chuletas, etcétera, lo que se traduce directamente en una disminución de los precios.

–¿Cómo está la situación respecto al incendio sufrido en septiembre en las instalaciones de la sede central de Cobadu?

–Casi dos meses después de la tragedia, estamos acabando de extraer toda la materia prima afectada y de derribar las naves que sufrieron daños durante el incendio. Este es el primer paso para poder tramitar las licencias y permisos para reconstruir estas instalaciones. Intentaremos llevar a cabo estas actuaciones lo antes posible.

–¿Cómo va el proyecto de la nueva área comercial de Cobadu y con qué previsiones se cuenta?

–Va por buen cauce. El incendio y otras inversiones que tenemos en marcha dentro de las instalaciones productivas retrasarán la construcción de este nuevo área, en el que tenemos puestas muchas esperanzas y esperamos devolver no solo a nuestros socios, sino a todos los zamoranos, todo el cariño que nos han dado durante toda nuestra historia.

–¿Qué consejo daría a alguien que esté valorando emprender en el medio rural?

–El primer paso es meditar muy bien qué tipo de actividad quiere emprender, dado que hay un amplio abanico de posibilidades. Es fundamental que antes de comenzar adquiera conocimientos en profundidad y dedique tiempo a la formación y deje asesorarse por los técnicos adecuados. Si una vez dados estos pasos tiene claro su futuro y que su actividad será rentable, solo le queda ser valiente.