José Fernández Blanco es funcionario de Educación, de 58 años, y aspira a revalidar el cargo de alcalde que desempeña ininterrumpidamente desde 1991. Fundamenta su campaña electoral en el descenso de la presión fiscal a los ciudadanos inmersos en el corsé de la crisis.

-¿Cómo se afronta una campaña para la reelección?

-Creo que en principio presentamos una gestión importante, limpia -ahora que se habla de bolsillos de cristal- y con un superávit de alrededor de 200.000 euros de remanente de Tesorería. Un dinero que invertiremos en eficiencia energética y en el elaborar el nuevo callejero. En esta última legislatura hemos conseguido bajar el IBI del 0,53 al 0,48. Si tenemos en cuenta que el mínimo es 0,40 estamos en unos número de ayuda al vecino. La media nacional de presión fiscal por inmueble, en municipios de menos de 5.000 habitantes, es 1.064 euros y nosotros estamos en 537 euros, muy por debajo. La presión fiscal por habitante es de 596 en la media nacional y la nuestra es de 499 euros.

-¿Cuál es el servicio más urgente que no ha podido atender el Ayuntamiento?

-Hay un eje fundamental que es tener un espacio cultural que no hemos podido atender estos años, por la crisis y porque no ha sido nada fácil. Llevamos persiguiendo un centro cultural desde el anterior mandato, en el que poder disponer de un centro de congresos, que acoja a las asociaciones, el teatro, la música. Hay otra pata importante que tenemos que mejorar, como es la atención a los mayores. Tuvimos un proyecto para una residencia que con la crisis no pudimos sacara adelante y tenemos que retomarlo. Y el eje en el que hay que seguir trabajando es industria, turismo y cultura, unido a jóvenes y mayores. Todo ello dentro de la lucha por lo servicios públicos que llevamos grabado a fuego.

-Los recortes de servicios preocupan a su candidatura.

-Tenemos que seguir trabajando en Sanidad ante los recortes sanitarios. Lo mismo que en Educación con la necesidad de sustituir profesores y maestros además de la mejora de la calidad educativa. Tenemos que seguir muy atentos a otros temas como la estación del AVE de Otero, que es una cuestión comarcal, que dicen que se va a hacer pero no vemos avanzar el proyecto. Los mismo ocurre con el Centro del Lobo que están trabajando pero no sabemos cuándo se abrirá. Es necesario dar toques de atención y protestar con la nueva Ley de Planta, con la supresión de juzgados, registros de propiedad y notarías, y registro Civil, y es fundamental que tampoco se caiga la Guardia Civil que es un servicio fundamental para la comarca. Necesitamos comunicarnos con Benavente, Madrid, Galicia y Braganza.

-¿Se contempla mejoras para los pueblos anejos de Puebla?

-Hay dos cosas paralizadas que estamos reivindicando a la Junta. Una es la concentración parcelaria en Ungilde y Castellanos. En segundo lugar, en Ungilde y, fundamentalmente, en Robledo es urgente que se cumpla el convenio que firmamos con la Junta cuando se instalaron las cámaras de vigilancia para mejorar la telefonía móvil, Internet y las nuevas tecnologías. Parece mentira que aún no se haya realizado. Otro aspecto es la mejora de caminos. Dentro del convenio leonino de la Diputación los ayuntamientos tienen que hacerse cargo del mantenimiento cuando es un camino convertido en carretera que une dos municipios, y deja cuestiones como quién lo solicita un ayuntamiento u otro, y quién se compromete a su mantenimiento. En Castellanos también está pendiente la travesía.

-¿Sigue la política de facilitar el acceso a la vivienda?

-Continuaremos con la vivienda para que todos aquellos jóvenes que se quieran quedar a vivir en Puebla tengan esa posibilidad.