"No hubiera elegido a Air Comet" para volar, aseguró hoy en rueda de prensa el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, copropietario de la compañía, quien culpó hoy del cierre a la crisis económica, la falta de créditos para la compañía y la decisión "desproporcionada" del juez británico que prohibió la actividad de los aviones.

"Si viera esta situación desde fuera no hubiera elegido a Air Comet" porque se estaban registrando huelgas, aseveró Díaz Ferrán, al tiempo que cifró el número de perjudicados por la suspensión de la aerolínea en unas 7.100 personas.

Aseguró que le ha "sorprendido" el fallo del juez del tribunal de Londres que impide volar a Air Comet hasta que abone una deuda de 25 millones de dólares (unos 17,6 millones de euros) al banco alemán Nord Bank.

Aunque reconoció que tenían problemas para pagar el queroseno de los aviones, así como su "leasing" (alquiler), afirmó que "diariamente" inyectaban dinero del Grupo Marsans para que la aerolínea siguiera funcionando.

Sobre el futuro de Marsans, Díaz Ferrán indicó que espera que no haya más empresas que se encuentren en la misma situación que Air Comet, aunque puntualizó que "no sé cómo va a ser 2010".

Preguntado si debían de haber dejado de vender pasajes ante la falta de liquidez y del impago de nóminas, respondió que ambas cosas "casan perfectamente" porque se seguía buscando créditos y, si no se obtienen ingresos, se para una compañía.

En su opinión, Air Comet era "viable" y, aunque no tenía dinero, había un comprador que el pasado domingo se había comprometido a formalizar el primero de los pagos, del que dijo estar "convencido" de que se iba a hacer efectivo.

Díaz Ferrán reconoció que se deben unos 80.000 euros en nóminas retrasadas de sus trabajadores y reiteró su compromiso de que se va a hacer frente a los pagarés que ha entregado para cubrir esa deuda.

"Nada que reprochar" al Gobierno

El presidente de la CEOE dijo que no tiene "nada que reprochar" al Gobierno y agradeció al Ministerio de Fomento que "se haya bajado a la arena" y la "relación permanente" que tienen para buscar las "mejores soluciones" a los pasajeros afectados.

Cifró el número de perjudicados en unas 7.100 personas y añadió que "si viera esta situación desde fuera no hubiera elegido a Air Comet" para volar porque se estaban registrando huelgas.

Díaz Ferrán añadió que desconoce con qué activos cuenta Air Comet para hacer frente al concurso de acreedores presentado ayer ni cuánto durará el proceso.

"Es la primera vez que me veo metido en un concurso de acreedores" y "no sé lo que va a durar", precisó Díaz Ferrán, que puso como ejemplo el que se pueda esperar al fallo de la justicia internacional sobre la nacionalización de Aerolíneas Argentinas, también perteneciente al Grupo Marsans.

El presidente de la patronal dijo que desconoce la indemnización que recibirán los 640 trabajadores de Air Comet -para los que hoy se ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE)- y si sigue siendo el propietario de la aerolínea.

"No sé si los propietarios somos nosotros o él -en referencia al comprador-", los abogados deberán aclararlo, al igual que a quién le corresponde hacerse cargo de los gastos de los aviones que se están fletando para que los afectados viajen a sus países.

Seguirá al frente de la CEOE

Por otro lado, aseguró que no abandonará la patronal mientras le siga apoyando, a pesar de las voces que piden su dimisión después de conocerse el cierre de la compañía aérea.

Díaz Ferrán indicó que quienes deben decidir sobre su continuidad al frente de la patronal "no son los periodistas, ni los médicos, ni los funcionarios, ni los partidos políticos, son los empresarios".

La pasada semana, el dirigente de la CEOE puso su cargo a disposición del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la patronal, si bien estos órganos de gobierno de la patronal lo respaldaron ya entonces con "auténtica unanimidad", señaló Díaz Ferrán.

"Mientras eso sea así no me voy a ir de la CEOE", expresó su presidente, quien además recaló que no cobra ningún sueldo de esta organización y confió en seguir defendiendo los intereses empresariales "con la misma ilusión y fuerza".