Madrid

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que las discrepancias entre el Gobierno y el Banco de España sobre el futuro de las pensiones están dentro de la «absoluta normalidad» y que el Gobierno está «comodísimo» con Fernández Ordóñez. La víspera, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, criticó al gobernador por cuestionar el superávit de la Seguridad Social y la viabilidad de las pensiones. Seis grupos políticos exigieron ayer que Corbacho explique la situación en la Cámara.

Según De la Vega, las opiniones del Banco de España coinciden con el Gobierno, en «la mayoría de los casos». El Banco, dijo, es un organismo autónomo que asesora al Gobierno. De la Vega garantizó la viabilidad de la Seguridad Social y de las pensiones.