"Es un palo duro, como todas las derrotas lo son", afirmaba García Valiente al término de un partido que, sin embargo, bajo su criterio se "jugó muy bien, haciendo correr el balón de lado a lado y atacando con mucha cabeza" aunque "en ningún momento pudimos defender a un rival que tiene todo un equipazo".

Para el salmantino, "El partido ha estado más igualado de lo que reflejó el marcador pero, en este caso, cuando intercambias goles con un rival así pues al final pagas cada fallo. Como en la primera mitad, después hicimos un sobreesfuerzo para remontar y, en ese momento clave, el Huesca ha tirado de su veteranía y ha sabido matar el duelo". Un partido en cuyo desenlace, García Valiente no dudó en afirmar que a su equipo le entró "una pájara y se notó el cansancio sobre manera".

Pese a todo, el técnico señaló que "pese a las estadísticas, la primera línea a hecho un gran partido fijando para que la bola llegara a los extremos y, estos, han anotado con fluidez. Lástima no haber defendido al mismo nivel" o "haber aprovechado una superioridad, que llevamos jugándolas muy mal" que reconoció ser su culpa pues "no lo hemos trabajado lo suficiente en los entrenamientos".