Baloncesto

El CB Zamora Enamora se exhibe ante Juaristi ISB y ya es líder en solitario

Powell lidera uno de los ataques del CB Zamora ante el Juaristi ISB.

Powell lidera uno de los ataques del CB Zamora ante el Juaristi ISB. / Alba Prieto

El CB Zamora Enamora sumó ante su público la sexta victoria consecutiva en un inmaculado arranque de curso al superar a Juaristi ISB por un claro 95-70. Un marcador fruto de un gran arranque azulón que, de no ser por la actuación visitante en el último cuarto, hubiera sido aún más escandaloso en favor del líder de la conferencia Oeste.

Zamoranos y vascos arrancaron el duelo muy enchufados, viendo aro con facilidad. Especialmente Buckingham, autor de los seis primeros tantos locales; si bien fue Round quien, con un triple, afianzó a los locales al frente del marcador. Un electrónico que, con canastas de Paukste y Powell, reflejó un 13-4 tras poco más de cuatro minutos de juego para forzar el tiempo muerto de los visitantes.

El asueto no hizo bajar el ritmo anotador de los zamoranos, impulsados por una defensa espectacular. Tanto cerrando el rebote como robando balones para lanzar el contragolpe. Así, y con Buckingham como estilete, la distancia en el tanteo fue aumentando hasta un cómodo 23-6 que llevó a Saulo Hernández a hacer rotaciones. Cambios que se dejaron notar en primera instancia, si bien la eficacia desde el perímetro abrió más la brecha y redondeó el estelar arranque de un CB Zamora Enamora que cerró los primeros diez minutos con un 33-9 que inclinaba de manera notable el partido en favor del conjunto de Saulo Hernández.

El CB Zamora Enamora, pese a su renta, encontró más resistencia en su rival al inicio del segundo periodo. Aun así, con canastas de Shelist, Round y Pauskte, seguía dominando el envite con mano de hierro, situándose con un 41-16 todavía muy favorable. Pero, pese al tanteo, Juaristi ISB daba otra sensación y se veía más entero que un cuadro zamorano menos enérgico en su ofensiva.

Con todo, el equipo de Saulo Hernández siguió trabajando como un bloque compacto y veloz tanto hacia aro rival como corriendo a defender el propio. Una dinámica en la que, ahora impulsado por los puntos de Powell, mantenía la renta cosechada ante un rival mucho más incisivo que igualaba fuerzas con los locales. Así lo reflejó el parcial de 17-17, si bien el partido llegaba con una ventaja de 24 puntos en favor del líder al paso por vestuarios. Una diferencia que hacía soñar con el sexto triunfo a la parroquia azulona (50-26).

Un triple de Powell y un robo con bandeja final de Naspler pusieron el inicio al tercer cuarto. Un periodo en el que los zamoranos trataron de estirar más su ventaja, pero se encontraron a un Juaristi ISB con ánimo de no tirar la toalla. De hecho, los vascos aumentaron su agresividad defensiva y la velocidad de sus ataques para cambiar el guion del duelo. Sin embargo, el CB Zamora Enamora se mostró firme atrás y, a base de tiros libres, incrementó a 30 puntos su colchón con 15 minutos para el final del duelo (61-31).

La renta llevó a la grada a hacer la ola para transmitir energía a un CB Zamora Enamora que no aflojó, manteniendo su pegajosa defensa. Y si bien Juaristi ISB encontró a McKnight para sumar puntos desde fuera, Powell y el recién llegado Drame hacían que el esfuerzo visitante y los errores arbitrales que desfavorecían a los zamoranos apenas tuvieran repercusión. Una incidencia que se tradujo en dos puntos, los que perdió el equipo de Saulo Hernández antes de encarar el decisivo último cuarto (70-42).

El periodo decisivo se abrió con un rápido intercambio de canastas, un guion que favorecía a los visitantes, pero en el que se movió bien el CB Zamora Enamora gracias a Powell. Eso sí, con el paso de los minutos, los zamoranos perdieron parte de su empaque defensivo. Motivo por el que Juaristi ISB acabó forzando el tiempo muerto de Saulo Hernández, poco satisfecho con ese hecho y la continua apuesta de los suyos por intentar anotar desde la distancia a seis minutos del final (77-52).

El receso no cambió la situación. Los visitantes siguieron anotando con relativa facilidad para bajar a los veinte puntos de diferencia a poco más de cuatro minutos para el final. Una distancia que acabó siendo insalvable, pues el líder pese a bajar el ritmo, no se dejó sorprender.

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