Un Villaralbo lanzado recibe mañana al Onzonilla

El CD Villaralbo afronta mañana en Los Barreros un nuevo compromiso liguero. En este caso ante un CD Onzonilla compacto y sólido que no ofrecerá ninguna facilidad a los azulones para alargar su excelente racha de resultados.

El equipo villaralbino acumula ya seis jornadas sin conocer la derrota y atraviesa por su mejor momento del curso. Un estado de gracia que se debe a diferentes factores y que, según Pablo Gil, se basa principalmente en el buen trabajo diario y el compromiso de la plantilla. Puntos que han llevado al grupo a evolucionar en los últimos meses.

“Ahora mismo, después de unos meses, creo que el equipo ya se ha adaptado a mí y yo al equipo. Los jugadores tienen más interiorizados los automatismos que perseguimos, el sistema y el estilo de juego. Es fruto del trabajo diario y del entrenamiento, cada día el equipo da un paso adelante”, explica el entrenador quien, asegura, todavía tiene tarea por delante y le gustaría seguir progresando en determinados aspectos. “Estamos jugando bien pero, por ejemplo, creo que aún encajamos más goles de los que deberíamos, es un apartado en el que creo que tenemos que seguir trabajando más”, apunta.

Gil es prudente a la hora de valorar el futuro y si bien reconoce que su objetivo y el del CD Villaralbo es “estar en la parte alta de la tabla” y pelear por lo máximo, reconoce que hay varios equipos que pueden optar a estas primeras posiciones y se centra más en la lucha diaria. En superar mañana un CD Onzonilla que acude a Los Barreros en la novena posición de la tabla.

“Tenemos dos partidos duros de aquí a final de año y el CD Laguna se enfrenta a rivales, a priori, más sencillos. Para nosotros, lo importante es sumar en cada encuentro, no miramos al liderato antes del próximo año. Además, aunque las diferentes luchas en la clasificación ya están perfiladas, hay más rivales que pelearán por estar ahí”, comenta Pablo Gil antes de la disputa de un encuentro en el que espera que se mantenga la buena tónica del grupo. Una dinámica en la que “ha influido también mucho el poder contar con todos los jugadores disponibles desde hace unas semanas y el papel de los hombres de banquillo, aportando todos a la buena marcha del equipo”.