El Benavente se quedó sin opciones en su visita al feudo de un Monterrey superior y que contó con la excelente participación de Nacho, autor de un hat-trick. Ramos puso picante en el 63´ con un golazo, pero ni con esas llegó el tan ansiado gol del empate.

El encuentro comenzó con un ritmo vibrante y con un Benavente bien plantado sobre el terreno de juego, sin conceder espacios a su rival y lanzando contragolpes muy peligrosos. En uno de ellos acabó llegando la diana que inauguraría el luminoso, obra de Ricky que se plantó solo ante Aliste y no perdonó para enviar el balón al fondo de las mallas.

La alegría del cuadro tomatero no duró mucho ya que el Monterrey empezó a apretar y no se dio por vencido. En ese momento es cuando se erigió la figura de Nacho, el protagonista del partido que anotó el primero en su cuenta personal de los tres que marcaría finalmente. Lo peor para el Benavente estaba por llegar, ya que al filo del descanso el mismo Nacho estableció el 2-1 que daba la vuelta al luminoso con un gran remate al que poco pudo hacer el guardameta rival. Jarro de agua fría para los hombres de Santi Redondo que encajaban un gol psicológico que les dejaría tocados para lo que restaba de partido.

La segunda mitad comenzó con el mismo guion. Con los locales llevando la iniciativa y buscando el tercero de la tranquilidad, que finalmente llegó por mediación de un cabezazo de Nacho tras un gran centro lateral. Ahora sí que el Benavente se encontraba noqueado, pero en un abrir y cerrar de ojos, Ramos dijo que todavía había partido con un auténtico golazo desde la frontal que se acabó colando en la escuadra y que dejó boquiabiertos a todos los presentes en el estadio.

Quedaban los últimos minutos con muchos nervios por todo lo que se estaban jugando, con el Benavente dando entrada a Álvaro y Jorge, e intentándolo con más corazón que cabeza con las internadas de Marcos y Rodri. Por su parte, el Monterrey no sufrió en exceso y se encontraba cómodo sobre el tapete, cerrando bien atrás cualquier posible espacio, aunque en los últimos compases sí que tuvo que remar a contracorriente porque los visitantes se lanzaron con todo.

Sin tiempo para más, concluyó el partido con la derrota del Benavente, que sigue sin levantar cabeza con dos derrotas consecutivas y con la necesidad imperiosa de empezar a puntar.

En la próxima jornada tendrá una nueva posibilidad en su partido correspondiente en casa ante el Béjar.