La española Garbiñe Muguruza (14) cayó en los octavos de final del Abierto de Australia ante la japonesa Naomi Osaka (3) por 4-6, 6-4 y 7-5, en lo que fue una brillante lucha a un alto nivel tenístico.

Muguruza, vigente finalista, desperdició dos pelotas de partido al resto cuando el marcador reflejaba un 5-3 a su favor en el tercer set. Sin embargo, se marchó con la cabeza bien alta a pesar de la amarga derrota por completar dos semanas en Melbourne en la que acumuló siete victorias y dos derrotas.

El choque estaba llamado a ser una épica batalla por el inmejorable estado de forma que atravesaban las dos campeonas de Grand Slam al no ceder un sólo set en las tres primeras rondas.

El dominio con el servicio de las dos favoritas extendió la igualada en el marcador hasta el 5-4, momento en el que Muguruza logró una oportuna rotura para apuntarse la primera manga ante una Osaka que llegó a sacar a 195 kilómetros por hora.

El desparpajo de Muguruza continuó en un segundo set que estrenó con un temprano “break”. Sin embargo, Osaka, que veía cómo sus opciones de seguir adelante se desvanecían, sacó su mejor tenis al resto para establecer de nuevo la igualada en el segundo asalto.

Las dudas de Muguruza, acompañadas de la solidez de Osaka al resto, llevaron el partido a un set definitivo que comenzó con ambas tenistas blindando sus juegos al saque hasta que la española dio un pase adelante con el 2-2 para ver más de cerca los cuartos de final.

Se apuntó un juego la tenista española, que rozó la excelencia con el 4-3 a su favor, después de convertir tres saques directos, uno de ellos para salvar una pelota de 'break', y firmar uno de los mejores puntos del partido al cuajar un revés paralelo ganador que estableció el 5-3. Fue en el siguiente juego cuando Muguruza dispuso de dos pelotas de partido y Osaka salvó todas ellas para acabar forzando un “tie-break” en la que el físico impidió a Muguruza mantener la intensidad y ganar.