La Real Sociedad dio, en la madrugada del lunes, la primera gran sorpresa de este mercado de fichajes y anunciaba el regreso a la Liga de David Silva, al que conseguía fichar por dos años tras haber terminado una larga y fructífera etapa en el Manchester City.

El fichaje resultó inesperado en gran medida porque, desde que se supiera que Silva dejaba Inglaterra tras diez años en la Premier, al jugador se le vinculó con el Lazio romano. Tanto es así que se daba por hecho el cambio del grancanario al fútbol italiano, siendo cuestión de días que luchara por el trono de la capital transalpina con su compatriota Pedro (que se unirá a la Roma próximamente).

El trato entre Silva y Lazio estaba tan avanzado que, desde el propio club italiano, se sintieron decepcionados por ver como el español no aterrizaba en Roma para firmar un contrato que tenían apalabrado con el jugador. “Mucho respeto por el jugador pero ninguno por la persona”, aseguraba el director técnico del club transalpino ayer, en referencia a la falta de palabra del nuevo jugador de la Real Sociedad. Un Silva “contento” con esta decisión.