Andrés Iniesta relata en primera persona el gol que marcó para guiar a España a descubrir el paraíso hace una década. El tanto firmado por el jugador manchego en la prórroga de la final, permitió a España alcanzar el título mundial de selecciones en la inolvidable final contra Holanda. Iniesta narra de esta forma esos segundos que pasarán a la historia del deporte español: "Estábamos ya llegando al final de la prórroga y cada vez quedaba menos tiempo. Recuerdo la jugada que salió desde atrás con Navas arrancando por la banda derecha. Hay un momento, ya en el centro del campo, cuando yo hago un taconazo para Cesc. Entonces, Fernando Torres, que era el delantero, estaba caído en la banda izquierda. Le llega el balón a Fernando y veo que en la parte central de nuestro ataque no había nadie. Entonces, descubrí un hueco entre sus defensas porque Holanda, además, estaba con uno menos porque le habían expulsado a un jugador".

"Me metí por esa zona intentando que Fernando me diese el pase. Y Fernando me vio. Quiso hacer el pase, pero se quedó corto, Van der Vaart la rechaza y el balón cae en la frontal del área. Se le queda entonces la pelota a Cesc y yo, tras haber subido y haber hecho el desmarque por el centro, me quedo ahí en una posición donde no tengo oponente. Y Cesc me da el pase rápido y preciso, justo para poder controlar y chutar después".

"Pero antes del disparo doy pasos hacia atrás para salirme de un posible fuera de juego. Es una situación en la que me vi bastante solo. O, al menos, esa era la percepción que yo tenía en el campo. Entonces, de manera instintiva, hice esos pequeños pasos por si podía estar en fuera de juego. Y, afortunadamente, no lo estaba, por lo que todo acabó perfecto. En ese instante, nada más recibir el balón, y como ya he dicho varias veces, descubrí el silencio. Había miles de personas en el campo, pero en esos momentos estábamos el balón y yo. Los dos solos".

"Esa foto, tomada milésimas de segundo antes del disparo, es el momento clave. El más importante. Estoy a punto de impactar el balón. Yo ya tenía claro dónde quería que fuera la pelota. Y con la fuerza que entró salió todo bien. Por eso, tengo que esperar el "timing" que creo oportuno para hacer el mejor disparo posible. Esperaba que la pelota hiciera su trabajo y bajara hasta que yo la estaba esperando".