Suma y sigue. Tuvo que esperar hasta la segunda mitad para abrir la lata, pero el Zamora CF impuso su ley en San Amaro para hacer subir al casillero su vigésima victoria consecutiva. Así, los de Movilla suman ya 64 puntos, 13 más que la Segoviana que es segunda. Tercer puesto para el Burgos Promesas (48) y cierra la zona d eplay-off el Numancia B.

Lo hizo sufriendo ante un rival en su peor momento de la temporada -en lo que a resultados se refiere- que ya le complicó la vida en el Ruta de la Plata.

Tras un gran inicio de los zamorano, el conjunto burgalés dejó claro que no pensaba regalar nada y supo jugar su partido y aguantó el empate a cero con entereza hasta la segunda mitad.

Los zamoranos, a fuerza de insistir, lograron adelantarse en el marcador y los rojipardillos no pudieron reaccionar ante un equipo bien asentado en todo el partido. Los locales llegaron a este encuentro con hasta tres bajas de importancia. Las ausencias de los sancionados Diego, Taborda y Javi Bernal obligaron a efectuar rotaciones en el once de un Dani Santos que cumplía su segundo partido de sanción. Desde el primer minuto de juego los zamoranos trataron de plasmar sobre el césped su vitola de líderes imbatidos y arrinconar en su campo a los locales. Los primeros compases fueron un completo asedio del equipo local, pero los rojiblancos no lograron su cometido. Cada vez que se hacían con el esférico ponían en serios problemas a la defensa rojipardilla, pero no se adelantaban en el marcador.

Aprovechando la velocidad de sus jugadores de ataque contaron con ocasiones de mérito gracias a varios lanzamientos peligrosos de Dani Hernández, Guille o Carlos Ramos, llegando uno de ellos a golpear en el larguero. El Real Burgos, sin embargo, no se dejó intimidar e intentó aplicar también un juego con transiciones rápidas y verticales cuando recuperaba el balón.

En hasta dos ocasiones pidieron penalti los visitantes. Primero una caída de Rubiato en el área en los primeros minutos del choque, en la que el árbitro no vio nada punible. Más adelante, las quejas se dirigieron a una posible mano de un defensa cerca del palo de la portería de Maikel. Tras varios intentos sin puntería del Zamora, el ritmo de ambos conjuntos decayó.

La intensidad de ambos equipos provocó que el juego se detuviera en hasta tres ocasiones, lo cual apagó la mecha inicial del conjunto visitante. Con el paso de los minutos, el Real Burgos logró frenar a su rival ejerciendo una presión alta con la que impidió que ganasen metros. Pese a ello, el conjunto entrenado por Movilla envió un nuevo disparo al larguero, obra de Carlos Ramos, quién aprovechó una cesión involuntaria de Bonello en la frontal del área. Tanto por el rival que tenían enfrente como por la dinámica de resultados que les comenzaba a lastrar, el punto era muy valioso para unos burgaleses que poco a poco ganaron mayor control sobre el juego y se sintieron más cómodos sobre el verde. La recta final de la primera mitad emuló el inicio del choque. Los zamoranos subieron una marcha e hicieron que los rojipardillos acabaran pidiendo la hora. La segunda mitad comenzó con claro dominio visitante y Zotes pudo anotar el primero, pero no tuvo puntería en su mano a mano ante el portero y envió fuera el balón. Unos minutos después fue Coque quien pudo adelantar a su equipo tras un buen centro a balón parado de Dani, pero su remate no tuvo éxito.

El técnico de los zamoranos metió más pólvora al choque dando entrada a Valentín, quien no tardó en tener un claro remate de cabeza. Tras varios intentos, su insistencia tuvo premio y Dani, uno de los jugadores más activos de la plantilla rival, anotó el primero. Tras una jugada individual su lanzamiento fue detenido por Maikel, pero en el rechace se encontró con el balón y lo introdujo en la portería.

El Zamora no se conformó con este tanto y quiso aumentar la brecha, aunque acabaron cediendo metros en la parte final del choque. Los rojipardillos, por su parte, no lograron crear peligro en la segunda mitad hasta el último cuarto de hora. Ovidio, que había saltado al campo pocos minutos antes, generó las únicas llegadas locales.

Cuando el choque agonizaba, Dani Hernández anotó su segundo gol de la tarde. Un lanzamiento de falta directa botada por el extremo zamorano sorprendió por alto a Maikel y sentenció el choque. Los locales intentaron volcarse en ataque, pero no hubo tiempo para la reacción. Así, el Zamora mantiene su racha y sigue ampliando su récord.