Nueva derrota para un CD Villaralbo que cede posiciones en la tabla tras caer derrotado a domicilio por la mínima ante un rival parejo como el CD Béjar Industrial. El choque no fue bonito, estuvo siempre muy igualado y trabado y se decidió con un solitario gol conseguido en la primera parte desde los once metros. Durante los primeros 25 minutos de juego apenas se vieron aproximaciones, tan solo alguna pelota aislada sin consecuencia alguna, pero todo cambio. En el 26 llegó la jugada polémica. El árbitro decretó la pena máxima tras una acción zamorana al defender una falta rival. Ahí Farres no falló y puso el 1-0.

El Villaralbo reaccionó bien al gol encajado pues intensificó su ritmo, ganó algún metro al terreno de juego y pasó a buscar el marco rival con mayor decisión. De hecho pudo conseguir la igualada a cinco del descanso en un balón envenenado que bien pudo aterrizar en las redes de los textiles.

Tras el paso por los vestuarios el Villaralbo volvió a la carga, en busca del empate con redobladas fuerzas y cerca estuvo de lograrlo a los pocos minutos del reinicio después de montar una rápida jugada colectiva muy bien hilvanada con una definición que muchos cantaron como gol pues el cuero se estrelló en el lateral de la red. En la siguiente fase los zamoranos siguieron exigiendo mucho a un Béjar Industrial dedicado la mayor parte del tiempo a defender, aunque lo hacía con orden y no sufría apenas. Los visitantes necesitaban un poco más de pausa en la elaboración para ser efectivos en el último toque y eso les costaba, no bastaba con tener ganas y además cada vez quedaba menos tiempo. El enfrentamiento entró en su tramo final bastante más ajustado hasta que a diez de la conclusión los foráneos se quedaban en inferioridad tras una dura y evitable entrada de Javi hernández. Ya contra las cuerdas el Villaralbo apretó con todo lo que le quedaba, pero apenas si pudo generar juego en unos minutos plenos de interrupciones por el querer de los locales, porque había sido así durante todo el encuentro y porque además los cambios ayudaron todavía más a ello. Por último en los instantes finales los ánimos en el banquillo se calentaron y habría más tarjetas. E incluso poco después el portero visitante Lázaro veía la roja tras derribar a un atacante, además de Pino y el delegado Juan Valle.

La próxima semana, ante el CD Benavente, tratarán de recomponerse.