Con tres derrotas ligueras consecutivas a sus espaldas y alejado de la zona de play-off en la que ha puesto su vista durante las últimas campañas en División de Honor Plata, el Zamora Rutas del Vino pone rumbo este fin de semana a un pabellón que conoce bien como es El Pandero. Una pista, la cordobesa, que fue escenario de la última gran alegría pistacho y que los Guerreros de Viriato aspiran también a convertir en el punto clave donde enderezar su rumbo actual.

Lejos queda ya el ascenso a Liga Asobal conseguido en tierras cordobesas pero no por ello el viaje hasta Palma del Río deja de evocar tiempos mejores. Momentos alejados de la realidad actual, donde lo cierto es que la victoria sobre los locales vale más que un partido, como ocurrió a finales de la campaña 2015/ 2016. Eso sí, por aquel entonces el triunfo abría las puertas del cielo y mañana, si logra derrotar al cuadro andaluz, el Zamora Rutas del Vino simplemente se alejará del infierno del descenso.

Con dicho panorama en ciernes, cabe pensar que los Guerreros de Viriato se dejarán el alma para sumar los dos puntos en juego y ese plus de urgencia le permitiría ir más allá que su rival. Pero lo cierto es que tampoco corren buenos tiempos para el ARS Palma del Río cuya necesidad por vencer es aún mayor. Los locales saltarán a la pista con el cuchillo entre los dientes buscando ahondar en la herida pistacho para firmar sus primeros puntos de la temporada. Una certeza que, unida a la consabida presión ambiental que ejerce su fiel afición y la rivalidad deportiva que los cordobeses mantienen con el Zamora Rutas del Río, convierten al partido en una guerra sin cuartel.

Más allá de lo que puedan pesar las necesidades del bloque zamorano y el colista, que lo harán, el encuentro de mañana enfrenta a dos equipos con el mismo problema, una mala defensa. Así pues, cabe esperar que los dos conjuntos traten de ganar el choque cerrando las vías de anotación contrarias. Por ello, desde el Zamora Rutas del Vino, se prestará especial atención a lo que puedan hacer Morgado y el expistacho Diego Reyes. La dupla más peligrosa del ARS Palma del Río pero no por ello los únicos dos jugadores que pueden anotar con fluidez en los locales.

En este sentido, a la hora de preocuparse por bazas rivales, el conjunto cordobés podría estar un poco más confiado que los hombres de Leo Álvarez. Y es que, no solo ven a un rival herido en la tabla clasificatoria, también mermado en su potencial debido a las diferentes bajas que acumula semana tras semana. El equipo palmeño no solo no tendrá que preocuparse de Octavio, principal quebradero de cabeza para ellos en duelos anteriores, tampoco de un Sergio Sarasola que (como el central) sufre un edema óseo y de Jortos, también hábil frente al ARS Palma del Río, que sufrió un esguince en el talón de aquiles el pasado sábado.

Con dichas ausencias, cabe esperar que sea la dupla argentina formada por Ramiro y Mou la que encabece la ofensiva de un Zamora Rutas del Vino que viajará con 14 efectivos en busca de mantener su control sobre las pérdidas de balón que realizó sobre Novás y añadir algo de mordiente a su ataque para ganar un duelo que se antoja vital para ambos contendientes.