Con una mochila algo más liviana y una perspectiva mucho más animosa, la selección española femenina de fútbol regresa hoy (18.00 hora local) al Stade Océane de Le Havre para verse las caras con el combinado de China en un partido en el que se juega volver a hacer historia.

Aunque sigue contando únicamente los puntos de su remontada ante la escuadra de Sudáfrica, ya que después cayó ante la de Alemania, el equipo español distingue su próximo destino en el certamen. Si hace nueve días festejó en Le Havre la primera victoria de su corta historia mundialista, de la ciudad normanda pretende alejarse esta vez con otra conquista: los octavos de final.

Podría bastarle igualmente una derrota para ser uno de los cuatro mejores terceros, pero el técnico Jorge Vilda prefiere no echar cálculos. "Queremos estar en octavos", dijo en rueda de prensa, "y queremos estar ganando".

La premisa es, por tanto, someter al combinado de China para saberse uno de los 16 premiados. Un equipo al que "no se debe menospreciar", según indicó en la previa Paredes, una de las jugadoras que saltarán hoy en el once español que contará con Sandra Paños bajo palos; Torrejón, Paredes, León y Corredera en la zaga; Losada o Guijarro y , Meseguer en la medular; Sampedro, Hermoso y Putellas por delante; y Mariona Caldentey como referencia en punta.