Mucho menos de lo que se tarda en parpadear, seis milésimas de segundo, dejaron ayer a Carlos Garrote (Tecozam Viajes Sanabria Durius Kayak) fuera del podio de K-1 200 metros en Duisburg, localidad alemana en la que se está celebrando la II Copa del Mundo de Sprint. Un cajón al que optó el zamorano en todo momento a lo largo de la mañana de ayer pero que, a la postre y con "photo finish" incluida, se le acabó escapando por un suspiro.

El campeón mundial y europeo zamorano demostró ser un valor fiable en aguas alemanas. Escenario donde la precisión y la regularidad que siempre demuestra el palista de Tecozam Viajes Sanabria Durius Kayak es muy valorada. Garrote ya había ganando el viernes su serie clasificatoria pero, ayer, en las regatas donde las medallas estaban en juego siempre se colocó entre los mejores.

El palista zamorano arrancó su búsqueda de los metales con una semifinales en las que buscó sin vacilar uno de los tres huecos disponibles para la Final A. Remó a gran velocidad, dejó atrás a rivales peligrosos y consiguió la plaza para buscar presea cediendo únicamente ante Arturas Seja. El lituano fue el único adversario de Garrote que fue capaz de superar el 34.590 con el que se clasificó para la final el campeón europeo y mundial. Un billete que también logró su compatriota Carlos Arévalo, tercero en esta regata de la penúltima ronda.

Las sensaciones eran muy buenas y, a pesar de la dura competencia, Carlos Garrote contaba con muchas opciones de subir al podio en el K-1 200 metros. Eso sí, la lucha iba a ser encarnizada viendo los adversarios que ocupaban el resto de calles.

Salió con fuerza Garrote, luchando a brazo partido con Liam Heath y el francés Beaumont, al que batió en la clasificatoria. Junto a él estaba también Seja, y los cuatro pronto evidenciaron ser los candidatos a subirse al podio en Duisburg.

El palista británico tiró entonces de todos su vigor y clase, manteniendo una cadencia endiablada que le llevó a vencer y proclamarse campeón con un estratosférico tiempo de 34.647. Un registro con el que alejó a todo contendiente de la lucha por el oro, relegando en primer lugar al galo Beaumont al que sacó medio segundo, y a la dupla Seja-Garrote, cuya batalla por el bronce estuvo tan reñida que dejó la clasificación final en el aire minutos hasta minutos después de terminar la regata, siendo Carlos Arévalo el último en cruzar la meta a más de medio segundo del 35.257 que firmó el zamorano.

Hubo que tirar de "photo finish" y los jueces señalaron que Seja cruzó antes la meta que Garrote, ambos separados por seis milésimas, dejando al campeón continental y mundial sin un merecido podio a su actuación en la localidad de Duisburg.