El Villaralbo se enfrenta en su último partido de liga ante un escollo prácticamente insalvable. El equipo azulón recibe hoy en su estadio (18.00) a La Cistérniga con la esperanza de lograr una victoria que le ubique en la tercera posición (siempre Ponferradina B y Ribert no consigan puntuar) y un cúmulo de arrastres (ascensos de equipos castellanoleoneses a 2ª B) le permita soñar con subir a Tercera División.

Lo cierto es que esta remota posibilidad de subir de categoría no depende del buen hacer de los de Mario Prieto hoy, sino que todo queda al albur de lo que hagan sus inmediatos perseguidores, así como los conjuntos regionales en la fase desde Tercera División.

Los villaralbinos son los principales responsables de haber llegado a la última jornada de liga en esta situación de desamparo. La mala racha cosechada en la recta final, en la que la formación zamorana solo ha asegurado 6 de los últimos 27 puntos, es la que ha llevado al Villaralbo de pelear por la primera plaza a situarse en la quinta, incumpliendo el principal objetivo de su entrenador, que si bien nunca ha colocado el ascenso como prioridad, sí que ha señalado que el la formación azulona debe finalizar esta temporada entre los mejores cuatro equipos de la categoría de aficionados.

El conjunto tienen hoy la oportunidad de despedir la temporada con una victoria ante su afición y rezar para que la fortuna le sonría.