El Camp Nou acoge hoy lo más parecido a una final liguera, en la que el Atlético de Madrid goza de la última oportunidad para avivar un título que, a falta de ocho jornadas, el FC Barcelona tiene controlado con una ventaja de ocho puntos con respecto al equipo rojiblanco.

Con la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Manchester United en el horizonte, Valverde quiere encarrilar el título liguero cuanto antes para centrarse en la competición continental, el trofeo que Messi calificó en su día como "esa copa linda y deseada".

Un objetivo que pasa por sumar los tres puntos ante el Atlético de Madrid. Con el Real Madrid descartado en la pugna final, solo el equipo de Diego Simeone puede poner en duda la jerarquía azulgrana.

Goza de un colchón considerable el Barcelona, si bien el vestuario azulgrana no quiere sustos. Quizá por ello, en las últimas semanas tanto Valverde como algunos pesos pesados de la primera plantilla recuerdan lo sucedido hace tres años, cuando el Barça tenía ocho puntos más que el Atlético y doce más que el Real Madrid en la jornada 29 y, a cuatro fechas para el final, el equipo colchonero dio caza al líder.

Este fin de semana se disputa la jornada 31. De ganar, el Barcelona afrontaría los últimos siete partidos ligueros con una renta de once puntos, suficientes para reservar a jugadores clave.

De este manera, no se prevé que Valverde dé descanso ante el Atlético a los jugadores habituales, por lo que Piqué, Rakitic y Messi, suplentes en el 4-4 contra el Villarreal, jugarán de inicio.

No estará, en cambio, Arturo Vidal, que ante el Villarreal vio la quinta amarilla en la competición doméstica. El chileno, pieza clave, será una baja sensible para Valverde, que apostará por una medular formada por Busquets, Rakitic y Arthur.

Una de las novedades podría ser el regreso de Ousmane Dembélé. El francés ha empezado a ejercitarse al mismo ritmo que sus compañeros y, si recibe el alta médica, podría entrar en la convocatoria, aunque su participación como titular estaría casi descartada.

Enfrente, el Atlético está ante una ocasión. A diez puntos hace dos jornadas del liderato, ahora está a ocho; cinco si consigue el triunfo en el Camp Nou, además de la diferencia particular en sus enfrentamientos directos, en juego por el 1-1 de la primera vuelta en el Metropolitano con el gol azulgrana en los instantes finales.

Una oportunidad quizá contra la lógica, tal y como ha sido el desarrollo hasta ahora de la competición de este curso, y contra la historia de la Liga de tres puntos, porque nadie remontó tal cantidad para ser campeón a falta de tan poco. Además, el Atlético no ha ganado nunca en el Camp Nou durante la "era Simeone".

En esta ocasión, no hay margen para el conformismo ni para la especulación en los rojiblancos. Ni siquiera para armarse solo en torno a su área como en alguna que otra ocasión, cuando el empate también aparentaba ser un resultado favorable. Nada de eso le vale. Sólo es útil la victoria. Sólo así podrá creer que el campeonato todavía es posible.

En eso está el Atlético, reanimado del batacazo en la Liga de Campeones en Turín frente al Juventus (3-0) y de la derrota siguiente en Bilbao (2-0), cuando la Liga pareció imposible, con dos victorias consecutivas, seis goles a favor y cero en contra.

Un impulso de ánimo, confianza y convicción para el equipo, que dispone de Diego Costa, Álvaro Morata, ambos en duda durante la semana por diferentes molestias.

Simeone tiene casi todo para armar su once. La duda es si juntará de nuevo en la alineación inicial a Costa, Morata y Griezmann, como hizo en los dos últimos encuentros en los que tuvo a los tres disponibles. Si es así, sólo habría tres huecos en el centro del campo para cuatro hombres: Koke, Rodrigo, Saúl y Thomas Partey. Por detrás, Juanfran, Giménez, Godín y Filipe Luis apuntan a la defensa titular con Oblak bajo palos.