Luchaban los banderines que marcan el punto de córner por sostenerse en pie, simulando un espíritu impávido al que el azote de la ventisca no dio cuartelillo alguno. La tarde, a la que también acompañaba el frío, no se podría presentar más desapacible. Era una de esas jornadas otoñales, en este caso desubicada en el mes de abril, propias de la meteorología castellana; una de esas que ponen a prueba la fortaleza de una afición. Puede que todo este desaliento llegado desde el cielo no fuera más que un augurio de lo que se vería sobre el campo.

Villaralbo y Onzonilla se enfrentaron en casa del primero con un objetivo común: la necesidad de vencer. Los primeros para reengancharse a la lucha por el liderato -al inicio del encuentro se encontraban a siete puntos del líder-, mientras que los segundos llegaban con la urgencia de puntuar ante la posibilidad de caer en el abismo del descenso. El empate a 3 con el que finalizó el encuentro no deja contentos ni a unos ni a otros. Por un lado, el cuadro visitante necesitaba una victoria que le sirviera para alejarse de los puestos de descenso, mientras que el Villaralbo pierde una oportunidad de oro -ante uno de los peores equipos de la competición- para reengancharse a la lucha por el liderato y asaltar la segunda plaza, ya que la Ponferradina tampoco pudo pasar del empate en campos del Betis Vallisoletano. De esta forma, las tres primeras posiciones de la tabla se mantendrán otra jornada sin cambio alguno: Salamanca B (1º), Ponferradina (2º) y Villaralbo (3º).

Tras unos primeros instantes de tanteo, el Villaralbo hizo valer su mayor nivel y veteranía. Con un Viti especialmente móvil por el frente de ataque, el conjunto de Mario de Prieto comenzó a encadenar posesiones cada vez más largas. Asimismo, la presión alta de los locales comenzó a agobiar a la escuadra leonesa. Precisamente, en una de las presiones por parte del Villaralbo, uno de los centrales no acertó a despejar con contundencia y el balón no superó el medio del campo, siendo recuperado por un centrocampista local que, tras una rápida triangulación, fue capaz de hacer llegar el balón a Viti. El siete local, con 35 metros por delante en solitario, consiguió batir por raso al portero del Onzonilla(1-0) en el minuto 7 de partido.

A partir de ese momento, la superioridad local se mostró apabullante en el control de la posesión pero no en la producción de ocasiones. A pesar de ello, los locales todavía dispusieron de dos ocasiones de gol en dos remates de Noel que, inexplicablemente, se fueron al limbo a pesar de que la portería se encontraba sin guardameta.

La falta de ambición del Villaralbo, sumado a las constantes interrupciones derivadas de las lesiones (hasta dos cambios por lesión se hicieron en el primer tiempo, uno por equipo), empezaron a apagar el dominio del equipo azulón y aumentar las esperanzas de los leoneses. Ya en el descuento, una buena jugada personal del 10 verde, en la que dejó por el camino a los dos centrales villaralbinos, puso el empate en el marcador.

La tónica se mantuvo al inicio de la segunda parte. La apatía del Villaralbo se tradujo en un mal despeje de Tomás Calvo que dejaría el balón muerto en la frontal a expensas del delantero leonés, el cual no perdonaría y anotaba el 1-2 cuando corría el minuto 60 de encuentro. El Onzonilla hacía valer la picardia de los equipos pequeños y aprovechaba sus dos disparos a puerta para ponerse por delante en el marcador.

Supo reaccionar el conjunto de Mario Prieto y consiguió el empate dos minutos después tras un centro lateral desde banda derecha que acertó a rematar el 10 local (2-2).

El empate reactivó al Villaralbo y de paso a la afición. La producción ofensiva local comenzó ha incrementarse y los delanteros del Villaralbo atinaron a meter otros dos goles, pero la árbitra de la contienda los anularía por fuera de juego y falta en el salto respectivamente.

Se acordarían los aficionados locales de estos dos goles cuando uno de los defensas del Villaralbo no consiguiera despejar un balón lateral en el minuto 70 y el esférico acabara cayendo en la cabeza del delantero rival ya con Ángel absolutamente vencido (2-3). No se había prodigado en exceso el Onzonilla, pero los errores defensivos del Villaralbo ya le habían condenado.

Encontró su redención Tomás Calvo, quien fallara en el despeje del 1-2, al conseguir en el 80 el empate de falta directa. De interior, baja y al palo del portero, Calvo colocó el balón en el interior de las redes para igualar la contienda y evitar la vergüenza ante uno de los peores equipos de la competición.

Pierde una oportunidad de oro del Villaralbo de reengancharse al liderato y al ascenso a Tecera División toda vez que el Ponferrada no pudo pasar del 0-0, que continúa ocupando la segunda plaza con dos puntos de ventaja sobre el Villaralbo.