Partido trepidante, igualado y lleno de goles el que se disputó ayer en el estadio Reina Sofía entre Ribert y Benavente, que finalmente acabó con tablas a cuatro, pese a que los dos equipos pudieron haberse llevado el partido y así lo fue reflejando el marcador que pocas veces habrá trabajado tanto por la alternancia que ofrecieron. Tanto unos como otros se plantaron sobre el terreno de juego con evidentes muestras de cansancio mental y físicamente, y esto hizo que las fuerzas estuvieran aún más niveladas.

Con este empate el Ribert se pone en la posición novena, mientras que el Benavente está un lugar por encima, ambos con 34 puntos en la tabla clasificatoria.

Los primeros minutos del partido fueron de tanteo entre dos equipos poco atrevidos de cara a puerta, y en ellos que lo más destacable fue la expulsión de Sergio De La Iglesia al ver dos tarjetas amarillas consecutivas, por lo que el marcador inicial se mantuvo hasta casi alcanzar la media hora de partido, momento en que el Benavente se puso por delante en el electrónico desde la línea de los once metros. Castaño fue el encargado de adelantar a su equipo, tras señalarse el penalti. Sin embargo, la alegría duró poco entre los locales.

En la misma línea de medio campo el Ribert encadenó una buena jugada con la que en un abrir y cerrar de ojos estableció el empate por mediación de Sergio García. Todavía antes de alcanzar la media parte Issan amplió la renta y el Benavente se marchó al vestuario habiendo dado la vuelta al resultado. Precisamente la buena dinámica, dominando el cuero y jugando de manera vertical con balones largos a los atacantes, con la que acabó la primera entrega en el Reina Sofía, se mantuvo al inicio de la segunda parte. Nacho Sánchez fue el encargado de ampliar la ventaja y, previsiblemente, dejar las cosas encarriladas para el los anfitriones.

Pero el partido aun no estaba decidido ni mucho menos. Unai Huerga dio un golpe sobre la mesa y se alzó como primer héroe de su equipo. En el 59´, el 76´ y 77´ este jugador fue capaz de manera magistral poner el Benavente de nuevo por delate. De hecho, el extremo izquierdo fue el primer protagonista, porque todavía hubo tiempo para que otro jugador copara los titulares. El Ribert no se dio por vencido pese al vuelco que había tomado el enfrentamiento, en parte por la baja intensidad que ya estaban ofreciendo los jugadores de uno y otro bando.

Cuando todo apuntaba a la victoria visitante y con el tiempo reglamentario ya cumplido, el colegiado señaló un penalti por derribo que se encargó de transformar Ángel Martínez para establecer el definitivo 4-4 que, ahora ya sí, no se volvería a modificar.

Al final, se firmaron las tablas en un partido que tuvo prácticamente de todo y en el que hubo alternancia y goles en abundancia para premio de los allí presentes.