El Aquimisa Laboratorios - Queso Zamorano tendrá que esperar para certificar la permanencia tras caer a domicilio ante un Bodegas Rioja Vega que agotaba sus posibilidades de jugar también la segunda fase de la Liga por ascender y se mostró siempre muy correoso y aguerrido. El partido fue muy vistoso y estuvo siempre muy igualado, aunque el CB Clavijo jugó la mayor parte a favor de resultado. La emoción fue mucha y baste decir que nada se resolvería hasta el último instante del choque.

Nadie se reservó nada en el comienzo del partido y ambos quintetos salieron a toda pastilla jugando un baloncesto rápido de claro talante ofensivo. Los dos equipos buscaban la velocidad en sus transiciones de aro a aro y fruto de la mucha movilidad los primeros triples liberados no tardaron en verse, Meikle y Jordan para el 5-5 en apenas dos minutos. Después, ya fuera con mayor o menor acierto, el ritmo no decayó y si los locales no frenaban en su ímpetu los zamoranos respondieron buscando constantemente las penetraciones de los activos Libroia y Niang. Un segundo triple local de Louissaint, 22-16 a falta de dos minutos, dio paso a un tiempo muerto del que ambos volvieron con cambios en la táctica desplegando una defensa zonal. Somogyi solventó la primera papeleta con un triple sobre la bocina, pero al final el cuarto terminaría 25-21 con otra de tres local de Parrado.

No hubo apenas variaciones en el comienzo de un segundo cuarto donde ninguno de los dos estuvo cómodo en ataque, pues las defensas zonales impedían canastas fáciles. Todo cambió, al menos de forma más clara de lado zamorano, cuando el local Lafuente enchufó dos triples consecutivos, pero no hubo desventaja porque Robinson salió al rescate y devolvió la afrenta también con dos canastas de tres seguidas, 28-24. El Clavijo seguía en zona, ganaba algo de terreno en su pintura y corría a la menor oportunidad; mientras que ahora el Zamora buscaba más pausa pero sin conseguirlo del todo con Libroia en el banco, 32-28 en el ecuador y tiempo muerto. De vuelta a pista Pablo Pérez y Niang agujerearon las respectivas zonas desde detrás de la línea lejana, confirmando que el acierto en el triple podría resultar decisivo. Ahora las zonas mandaban mucho pues pocos conseguían penetrarlas y además los postes altos no tenían apenas protagonismo ofensivo, sirva de ejemplo que Iza en defensa cogió muchas e intimidó a todos pero en ataque nada consiguió. Así el triple se antojaba fundamental. Meikle y Niang lo corroboraron con otros dos más en el tramo final y el local Noguerol lo confirmó seguidamente con otro más para el 40-37 con el que terminó la primera mitad.

A la vuelta de los vestuarios tras el descanso desaparecieron las zonas y hombres como Pablo Pérez o Jordan por parte local y Libroia o Niang al otro lado de la pista tuvieron más espacios para sus internadas. Tras unos primeros compases de cierto descontrol el Zamora supo conectar con Okonkwo, por lo que Niang y Libroia sobresalieron para firmar un parcial de 0-6 que colocaba a Zamora arriba después de casi todo el choque a remolque, 48-49 en el minuto cinco. El tiempo muerto obligado de los riojanos dio paso a una fase muy táctica y cerrada, de mucha tensión y pocos encestes. Un duelo desde el triple entre Louissaint y Meikle dejaba el electrónico en 51-52 a falta de tres, momento en que el local Parrado destacó para llegar al final 62-57 con un triple postrero del local Jordan y otro increíble sobre la bocina desde el medio del campo de Libroia que los colegiados tardaron en conceder.

El último acto dio comienzo con la grada local gritando insistentemente: ´fuera de tiempo´. Dos minutos de mucha tensión y ni una sola canasta acabaron con dos triples consecutivos del local José Antonio López que suponían una nueva máxima, 68-57 a falta de siete. Zamora necesitaba remar, defender mejor por fuera porque por dentro Okonkwo era muy superior, aunque en ataque Libroia sabía leer muy bien la defensa y el equipo tenía más recursos que el lanzamiento de tres puntos, 72-68 a falta de tres.

Ahora ninguno de los dos corría pues nadie quería precipitarse. En ese momento decisivo el CB Zamora apretó en defensa con Okonkwo insuperable bajo el aro y en ataque machacando o abriendo huecos para Niang, que junto a Libroia se repartían la responsabilidad, 72-72 a falta de veinte y seis segundos y tiempo muerto local. Entonces Libroia hizo falta rápida y Noguerol no encestó ningún tiro libre, pero el rebote ofensivo lo cazó Louissaint y la siguiente falta de Libroia no la desaprovechó Pablo Pérez.

Con doce segundos por delante, 74-72, Niang optó por un triple imposible muy forzado con la marca encima y tras el rebote y la falta, Lafuente encestó sólo uno de los tiros libres. Con 75-72 y sólo veinte y dos centésimas por delante no hubo milagro, aunque el palmeo-triple de Sango llegó a tocar el aro.