El CD Benavente celebró por todo lo alto el 70º aniversario de su fundación como club y lo hizo con una fiesta completa aderezada por el triunfo de su primer equipo sobre La Cistérniga. Una victoria por 3-1 que implicó bastante esfuerzo por parte de los hombres dirigidos por Santi Redondo en un Luciano Rubio al que acudieron varios de los hombres con más historia de la entidad a presenciar el choque.

La buena racha "tomatera" en casa desde que Redondo tomó el mando del equipo se puso a prueba en un duelo que los locales no consiguieron dominar hasta el segundo acto. Y es que, pese a contar con buenos minutos de buen juego y alguna ocasión clara de gol, fue La Cistérniga la que se marchó a vestuarios con el marcador a su favor.

Los vallisoletanos se pusieron por delante cerca de la media hora de juego gracias a un tanto de Barajas, uno de sus futbolistas más destacados y que en más aprietos puso a la zaga "tomatera" a lo largo del encuentro.

El 0-1 amenazaba con amargar la celebración al CD Benavente pero, en la reanudación, el conjunto local encontró la necesaria pizca de calidad, fortuna y puntería que no tuvo en minutos anteriores para remontar.

Todo comenzó con el empate conseguido a los diez minutos del segundo acto por Cobreros en una buena acción del delantero. Esa jugada inició una reacción que acabó por tomar forma con el claro penalti cometido por el meta Alberto que Pepe, con algo de suerte, transformó en el 2-1.

Con el marcador a su favor el Benavente tomó el mando del choque, control que se acentuó cuando su rival se quedó en inferioridad numérica. Circunstancia que aprovechó el Benavente para sentenciar el duelo con el 3-1 de Turiel. Un tanto que puso la guinda al triunfo y a la fiesta "tomatera".