El culebrón 'Real Burgos' no para y es que la Federación de Castilla y León de fútbol anunció ayer su expulsión de la competición de la Liga de Regional de Aficionados después de dos incomparecencias seguidas. El club burgalés, que insiste en la valía de la medida cautelar para ser incluido en el Grupo VIII de la Tercera División, volvió a pedir la dimisión del presidente de la Territorial, Marcelino Maté, tras las últimas informaciones y es que consideran que está desobedeciendo a la justicia. Desde la FCYLF se mantienen firmes y a esta exclusión de la competición se suma una multa de 600 euros y la imposibilidad de participar en la temporada 19-20 en ninguna competición. Respecto a cómo influirá esta decisión al resto de equipos, entre los que se encuentran Villaralbo y Benavente, apuntaron que el Real Burgos aparecerá en el último puesto de la clasificación con cero puntos, computando su plaza entre los descensos previstos.