El primer equipo del Zamora-Amigos del Duero inició ayer una nueva temporada, una campaña en la que tiene claro que su objetivo es regresar a la categoría nacional. Para ello, el club ha apostado por la continuidad de su cuerpo técnico y de gran parte de sus jugadoras, haciendo uso también de su amplia base para completar el conjunto que luchará por ganar la Liga Gonalpi.

Nacho Merino volverá a estar al frente del Caja Rural y, con él, seguirán vistiendo de amarillo gran parte de las jugadoras con las que acabó la pasada campaña en Segunda División (el técnico llegó en enero). Así lo indicó ayer en una rueda de prensa en la que dejó claro que "el objetivo es el ascenso, devolver al club a la categoría que le corresponde", una meta para la que el entrenador contará "con mucha de la base del año pasado y varias jugadoras del equipo filial", refuerzos de la cantera que ocuparán los lugares dejados por Lara o Cynthia, pudiendo esta última regresar a última hora.

Para afrontar la liga con garantías desde el inicio, el Caja Rural llevará a cabo una pretemporada exigente con partidos cada fin de semana hasta el comienzo del campeonato. Su primer test tendrá lugar en un triangular ante el Salamanca FF y Medina del Campo, para posteriormente visitar al Casa Social Ávila, enfrentarse al Santa Marta y jugar un partido amparado por Amnistía Internacional frente a un equipo de la ciudad lusa de Coimbra. Una puesta a punto que tendrá su final en un triangular en Laguna de Duero.

En rueda de prensa, antes de saltar al campo, Benedicto Mezquita aseguró que el club seguirá trabajando para "fomentar el fútbol femenino" y que contará de nuevo con equipos en todas las categorías. Una amplia estructura que mantiene la apuesta por la cantera del club, seña de identidad que mantendrá un grupo de entrenadores con escasas novedades.