Sanabria será un año más decisiva en la Vuelta a Zamora aunque esta vez puede que no todo esté dicho antes de la complicada etapa final del sábado. Pero la montaña sanabresa dejará las cosas muy clarificadas en la general pese a que en esta edición no se ascienda al Vizcodillo, ni a la Laguna de Peces, ni siquiera al Alto de Muruxal de las últimas ediciones.

Esta vez, la única llegada en alto de la ronda provincial será inédita, en la ermita de Santo Tomás de Hedroso, a la que se llegará tras una impresionante rampa final de unos 700 metros que obligará a los corredores a realizar un postrero y enorme esfuerzo.

La primera parte de los 133 kilómetros del recorrido de hoy será tranquila y discurrirá desde Villardeciervos hasta Requejo donde se producirán seguramente algunas escaramuzas condenadas a fracasar en cuanto los equipos fuertes desaten el hacha de guerra que podría ser en la ascensión a Padornelo. A partir de ahí, los corredores continuarán por Lubián para tirar hacia Hermisende para iniciar la gran ascensión de la jornada por Ladiairo y Castromil.

El último gran esfuerzo llegará tras pasar de nuevo por Lubián para afrontar el puerto de segunda final de 3,2 kilómetros hasta la empinadísima meta de Hedroso.