El director general de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, se pronunció ayer sobre la situación del corredor británico Chris Froome, acusado de dopaje en la pasada edición de la Vuelta, y aseguró que se debe "tener una resolución ya". Guillén señaló que le gustaría "que el tema estuviera resuelto y, si tiene una sentencia que no le declara (a Froome) ninguna sanción, será bienvenido el 25 de agosto". "No voy a tomar parte en lo que debe ser el fallo del asunto, lo que sí digo es que debemos tener una resolución ya, una resolución que se debería haber tomado con anterioridad al Giro de Italia y es imperioso que se tome antes del Tour de Francia, porque los efectos de no tener una resolución ya los estamos viviendo", lamentó el director general de la Vuelta Ciclista a España.

Guillén elogió el buen sistema que ayuda al control del dopaje en el ciclismo español e insistió en que en España "se siguen, se persiguen, se investigan y se juzgan" estos casos, pero que hay que "estar muy atentos y no bajar el pistón porque cualquier metedura de pata hace retroceder mucho", dijo.

Guillén explicó que esta carrera se ha transformado en los últimos diez años y no es comparable con el Giro de Italia ni con el Tour de Francia porque es "innovadora, intensa e impredecible" y relató que, con la llegada de su equipo hace diez años, la prueba ha sufrido "una auténtica transformación. Se ha trabajado en la marca 'Vuelta' y nos definimos como una carrera propia, única y exclusiva".