Saulo Hernández ha completado una segunda temporada en LEB Plata de la que se siente satisfecho pese a que no se haya logrado el objetivo de la permanencia. El técnico del Aquimisa Queso Zamorano se muestra esperanzado en que pueda mantenerse la categoría "en los despachos" pero pase lo que pase, se da por bien pagado con la actitud de la plantilla que ha dirigido.

"Decir que estás satisfecho después de descender de una competición profesional, puede hacer pensar que este entrenador no sabe de qué va el asunto porque para muchos, lo único importante es ganar. Pero la verdad es que el resultado no puede ser lo único que determine si una temporada es correcta o no. Evidentemente, nuestro único objetivo era la permanencia y en base a ello, no podemos estar satisfechos, pero si miramos un poco más allá, creo que no es justo que el año pasado, ganando un solo partido más, pensásemos que la temporada había sido una hazaña o un milagro salvarnos, y este año, ganando diez partidos, en concreto, diez de los últimos diecinueve, después de un comienzo desastroso, pensemos que es un fracaso absoluto". "En todos los años que llevo como jugador y entrenador, no he encontrado un vestuario con más compromiso que éste. No he visto nunca un equipo que cada día vaya a entrenar con la ilusión de éste, y más cuando vas 0-11 y todo el mundo te dice que la Liga se ha acabado y que no tienes nada que hacer".

El técnico del CB Zamora reconoce que hubo dos partes muy diferenciadas en esta campaña: "Históricamente en los últimos cinco o seis años, las segundas vueltas nuestras son siempre mejores que las primeras. Creo que hay una razón principal: el equipo se rehace cada año por los temas económicos, y eso hace que el tiempo que lleva ensamblar el equipo y que los jugadores se adapten a mi, sea más largo. Este año el problema ha estado en que no conseguimos ninguna victoria que te diera oxígeno en esa primera parte. Tuvimos bola para ganar en las seis primeras jornadas y no lo logramos en ninguna, mientras que el año pasado, ganamos hasta tres partidos en el último segundo. Ahí ha estado la gran diferencia. Más allá, seguro que yo tengo culpa que mis equipos son diésel y tardan en actuar como yo quiero que actúen. Hubo además otros condicionantes como la larga lesión de Libroia que luego se demostró que era un hombre importante. En una plantilla tan corta como la nuestra, esos detalles te pueden influir".

Pero sí evolucionó el equipo en el acierto al confeccionar la plantilla que este año ha sido mucho más compensada: "Creo que hemos aprendido para que todavía sea más equilibrada en el futuro, si continuamos en la categoría. El equilibrio viene también por lo que puedes acceder en el mercado y siempre tienes que sacrificar algo: o experiencia, o centímetros, tiro, talento... Pero la razón ha sido que el trabajo del año anterior ayudó a que determinados jugadores, amigos de jugadores, representantes, confiasen más en nosotros. Y esos dos o tres fichajes que no habían sido posibles el año anterior, llegasen finalmente".

En esa plantilla, Chris Hansen volvió a ser una pieza muy importante. Saulo Hernández no es objetivo con el alero americano al que considera casi como un hijo mayor: "La clave de Chris no es lo que se ve en la pista, es lo que no se ve. Mete muchos triples y es un gran jugador pero el problema es que en el día a día, es siempre el líder, el que más se esfuerza en los entrenamientos, el que tenía mejor actitud, el líder que todo equipo quiere porque no es un líder de palabras, sino de hechos. Y a mi me facilita las cosas mucho porque cuando el mejor jugador del equipo agacha las orejas cuando le echas una reprimenda, nadie se atreve a cuestionar al entrenador. Lo echaremos de menos mucho en la pista pero yo lo echaré de menos a la hora de entrenar por su capacidad para tener ese impacto en el resto de los jugadores. En el caso de irse -porque todavía hay opciones de que se quede-, se notará mucho su ausencia".

El entrenador del Aquimisa Queso Zamorano es optimista respecto a las posibilidades de que su equipo pueda continuar en LEB Plata porque "siempre hay renuncias a plazas, problemas económicos, y este año hay un rumor fuerte para establecer una estructura piramidal en el baloncesto español. Habría una ACB y una LEB Oro de 18 equipos, y se ampliaría a dos grupos en LEB Plata. Los costes actuales son brutales y se propone que LEB Plata tenga dos grupos para darle coherencia a la estructura. Si eso fuera así, creo que tanto el club como las personas que nos rodeáis, estaríamos encantados de poder continuar en esta categoría que tanto se ha valorado estos años".

Para eso, el presupuesto es el que manda, y las posibilidades de lograr más ingresos son muy limitadas: "Es muy difícil porque el deporte profesional es extremadamente complicado. Si las entidades públicas quieren apoyar el deporte, rápidamente salen voces denunciando que una entidad deportiva no tiene por qué ser subvencionada por todos, lo que es comprensible aunque sería objeto de debate. En Zamora, el tejido empresarial es el que es y el nivel deportivo no se corresponde con el de una ciudad de 60.000 habitantes y cuando tú vas a pedir ayudas, han ido ya cinco clubes antes. Por otro lado, al aficionado no se le puede pedir que soporte a un club. Pero esto pasa en todos los clubes porque si miramos hacia atrás, en España el deporte profesional ha estado soportado en gran parte por las administraciones y por patrocinadores, pero en la época del "boom económico". A partir de ahí, queremos un deporte de un cierto nivel pero sin que ninguna de esas partes se comprometa. Nuestras posibilidades pues pasan por ganarnos el respeto y el cariño de todos los que nos rodean, y que cualquier persona que quiera ayudar, se sienta a gusto con la imagen y la identidad que tenemos. En ese sentido estoy contento con el camino que llevamos".

Saulo Hernández estaría encantado de renovar a toda la plantilla que ha tenido esta temporada pero "hay jugadores que consideran que ya ha pasado su época aquí como Hansen, otros que consideras que no deben de estar si no queremos pasar tantos apuros, jugadores que están por "hobby" en ésto, no pueden aspirar a vivir de esto, tienen su proyecto personal de vida y, por lo que sea, deciden dejar Zamora... Empiezas a tachar y te quedan muy pocos en esa estructura. Me daría con un canto en los dientes si el año que viene, si volvermos a salir en Plata, consiguiésemos retener a tres o cuatro jugadores". En ese grupo de jugadores que pueden abandonar Zamora en cualquier momento está Christopher Iza: " Es un caso diferente a Hansen, porque tiene solo 22 años aunque parezca mayor porque lleva ya cinco años en el equipo. Aquí cada año ha mejorado y no es tan fácil encontrar un club que tenga esa paciencia con un hombre alto, que le permita cometer los errores que tiene que cometer por su juventud y su físico. En este caso, no veo tan imperiosa su salida. Eso va a depender de su decisión, pero no es la misma sensación que tengo con Hansen que pienso que debe intentar dar el salto a una categoría superior", concluyó el entrenador zamora.