El Caja Rural amplió ayer su mala racha tras caer derrotado en su visita a tierras leonesas en la que se presumía como un duelo directo por mantener la categoría. El cuadro amarillo continuó con su planteamiento de apostar por el buen trato de balón y acabó volviendo a pagar su falta de contundencia en ataque.

Desde del primer momento, las chicas de Sergio quisieron controlar la posesión y tuvieron una primera llegada sin demasiado peligro que encontró rápida respuesta en una acción individual de Uriel. A los pocos minutos se produjo la primera jugada trascendente del choque. Un penalti de Lara Pastor sobre Paula que significó al pena máxima atajada por Paloma tras el lanzamiento de Virginia. A pesar de ello, la zaga zamorana entro en pánico. Especialmente con la velocidad de Uriel y Alba.

Las leonesas lo tenían claro, tan pronto como recuperaban el balón buscaban plantarse sobre la portería de una muy acertada Paloma en la primera parte. Al filo de la primera media hora de juego, el error de las amarillas a la hora de sacar la pelota jugada, sirvió para que Uriel colocase una vaselina desde más de 30 metros que no pudo atajar la portera visitante.

A la salida de vestuarios, Sergio modificó el planteamiento defensivo dotando las suyas de más verticalidad y peligro. También ayudó que el equipo rojillo diera un paso atrás pensando en el 1-0.

El partido ya tenía color amarillos por los cuatro costados cuando Meme probó fortuna con un lanzamiento que apunto estuvo de convertirse en el 1-1 que llegaría tras una clara ocasión marrada por Teresa. Un empate, fruto del empeño, que logró Bea al conseguir materializar y buen centro de Blanca hacia el segundo palo, donde esperaba su compañera para rematar con acierto.

Poco duró, sin embargo, la alegría en el banquillo zamorano. Y es que la recién incorporada Ainhoa dispuso de un balón en banda izquierda que en un aparente centro fallido terminó en gol por la mala colocación de Paloma. El único error de la portera zamorana supuso la jugada clave en el devenir del encuentro.

Tras ello y con la moral bajo mínimos, el equipo leonés dispuso de una nueva contra. Carmen aprovechó su frescura para sentenciar y dejar el marcador en un engañoso 3-1. Un resultado que debe hacer recapacitar sobre su estilo a un Caja Rural sin mordiente.