Al término del encuentro Saulo Hernández, ante otro final de infarto, comentaba que "si he aprendido algo como entrenador es que los partidos duran 40 minutos. Este año, tanto a favor como en contra, hemos tenido parciales grandes, veces en las que parecía que los partidos estaban decididos antes de tiempo, por un lado u otro, y el deporte te recuerda que el partido siempre dura eso, cuarenta minutos".

El técnico del Aquimisa Queso Zamorano también quiso destacar la reacción de sus jugadores y cómo no dieron por perdido el partido en ningún momento. "En Tarragona, en la ida, íbamos 20 arriba y perdimos en la prórroga y en este partido cuando íbamos siete abajo tras haber estado 19 de ventaja les recordé que ya habíamos levantado situaciones así y que siete puntos no era ninguna tragedia que en baloncesto son un mundo. Esto que se dice fácil en sala de prensa, es algo que cuesta que entiendan jugadores jóvenes, que no se vuelvan locos, que sean conscientes de lo que queda", comentó al tiempo que ponía en valor "la reacción que tuvo el equipo a nivel mental en ese tiempo y como entrenador es de lo que mejor me siento".

Asimismo, y ante el panorama de verse fuera de descenso, el técnico, además de agradecer a su plantilla que siempre creyera en él y en su discurso, explicó que "ahora el problema es que si no ganamos ninguno de los dos, vamos a descender". "Hay que gestionar que aún quedan dos partidos muy difíciles, y como mínimo vamos a necesitar ganar uno, sino los dos. Estoy contento porque estamos vivos pero también preocupado por la sensación que pueden tener de que está hecho. Queda un trabajo tremendo".