El Aquimisa Queso Zamorano plantó cara al HLA Lucentum en su duelo correspondiente a una nueva jornada de la Liga LEB Plata. Un choque en el que los zamoranos firmaron una brillante actuación, poniendo contra las cuerdas al tercer clasificado que, a falta de diez minutos para el final, perdía por diez puntos.

El conjunto de Saulo Hernández arrancó la contienda ofreciendo buenas sensaciones ante un cuadro alicantino que dominaba el marcador con ventajas cortas y que parecía encarrilar su triunfo pasados los compases iniciales con un parcial de 7-0 antes del final del primer cuarto (15-22). Sin embargo, los zamoranos no solo no tiraron la toalla, sino que comenzaron a recortar diferencias con su rival a base de buenas acciones puntuales. Unas veces con canastas de Iza, o con entradas de Kody pero poco a poco el marcador se iba igualando. Una remontada que terminó de certificar cuando los locales encontraron al marcado Hansen, llegando por delante al descanso gracias a una canasta de Redpath (36-34).

Tras un segundo cuarto de gran nivel, el Aquimisa Queso Zamorano creyó en sus posibilidades y maniató a un HLA Lucentum desconocido. Dominando el rebote en su campo y con la brillante direccción de Perry y Niang, en apenas cinco minutos el tanteo mostraba un esperanzador 56-43 y dejaba a los zamoranos muy cerca de un nuevo triunfo cuando restaban solo diez minutos (56-47).

El triunfo parecía en manos de los zamoranos pero, entonces, HLA Lucentum despertó de su letargo. Primero, poco a poco, con Aramburu marcando las diferencias en la pintura y desde la línea de tiros libres. Recortando una diferencia que se encargó de hacer desaparecer su compañero Lobo con una explosiva irrupción desde el banquillo. El escolta, con dos triples, uina asistencia y un robo en apenas un minuto, cambió la dinámica del choque y añadió tensión a los últimos cinco minutos (61-63). Un desenlace en el que Aquimisa Queso Zamorano no encontró acierto en sus lanzamientos, cosa que si hizo el tercer clasificado para ganar por un escueto 72-75 que se antoja cruel para los méritos realizados por los hombres de Hernández ante su público.